La organización de narcotraficantes que está detrás del ‘sumergible’ interceptado con un cargamento de droga frente al mar de Talara, en Piura, realizaba dos viajes al año, según fuentes de la investigación.
En el último, antes de hacerse a la mar, los 4 tripulantes recibieron un curso de navegación para que pudieran actuar en caso de inmersión o arrastre, y mitigar los gases que despide la cocaína, que, en un lugar cerrado, pueden ser letales.
El semisumergible estaba ocupado por el mexicano Jorge Luis Tinaco Arciga (19); los colombianos César Augusto Vargas Ruiz (40), César Vanegas Ruiz y el ecuatoriano Luis Enrique Vélez Chávez (40). Todos son interrogados en la sede de la Dirandro, en Lima.
“Todo fue preparado minuciosamente”, afirma un oficial de la Dirandro.
Las investigaciones revelan que la embarcación fue construida en la región de Antioquia, en Colombia, por la firma ‘Los Urabeños’. “Lo despacharon desde el golfo de Urabá hacia los manglares de Ecuador, cerca de la frontera con Tumbes”, señala nuestra fuente.
La República comprobó con videos que el navío de 15 metros de eslora tenía una gran capacidad de carga y podía navegar a mediana velocidad.
Tiene dos motores diésel y su potencia ronda los 350 caballos de fuerza. Puede alcanzar hasta los 23 kilómetros por hora y posee una capacidad y autonomía para transportar hasta 4 toneladas de cocaína. Su casco es de fibra de vidrio y su costo no baja de los US$ 500 mil.
Sus características son similares a otros ‘narcosubmarinos’ hallados en Colombia, Ecuador y España. Cuenta con un generador de energía eléctrica, aire acondicionado, brújula y GPS.
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Su tripulación iba a abastecer de combustible y víveres durante el trayecto, con la ayuda de barcos pesqueros.
Los narcos suelen usar este tipo de naves como una forma de evadir los controles de radares, que sí pueden detectar a las lanchas rápidas.
Un oficial de la Marina refiere que pueden navegar hasta unos 3.000 kilómetros, dependiendo de sus motores y la capacidad de combustible. “Tras llegar a su destino, los narcotraficantes los hunden”, explica.
En general, son construidos en las selvas de Colombia, Ecuador o Guyana, señala un agente de la Dirandro. Él explica que los mejores candidatos para pilotarlos, son “pescadores capaces de navegar en mar abierto y arreglar la maquinaria en caso haya una avería”.
Ahora se investiga si este tipo de naves ha sido usada en otras ocasiones en el mar peruano.
Lo que sí se ha establecido es que la cocaína incautada pertenecería a cuatro firmas de narcos agrupados por un cártel colombiano a juzgar por los logotipos hallados en los ‘ladrillos’ confiscados en este envío.
Tenían sellos en alto relieve de Coca Cola, KL, Tigre y F-7. “Estas son marcas de ‘garantía’ que permiten identificar a los cárteles de droga para su exportación”, agrega el oficial de la Dirección Antidrogas.
Indica además que la red capturada por la Marina de Guerra sería una organización dedicada solo al transporte de grandes cantidades de droga.
“Como hoy los cárteles son más pequeños, a veces se juntan para hacer un envío con la misma ‘logística’. Los logos, en este caso, iban a servir para identificar los diferentes cargamentos que viajan en el semisumergible”, agregó.
- El coordinador de la Fiscalía contra el Crimen Organizado, Jorge Chávez Cotrina, dice que el Ejecutivo no ha aumentado el presupuesto al Ministerio Público y esto hace que las investigaciones no avancen.
- “Los casos no pueden avanzar y terminar en acusaciones porque uno de los mecanismos que usan los fiscales especializados son las escuchas telefónicas, por ejemplo”, manifiesta.
- “Actualmente hay 4 peritos a nivel nacional. Cuando un fiscal le pide una pericia, este responde que lo atenderá en 8 meses porque tiene trabajo atrasado”, comenta.
- Es por esto que se demoran los juicios.