Novecientas dieciocho familias que habitan en las provincias cusqueñas de Calca, Canchis, Paruro, Acomayo, Cusco, Urubamba, Espinar y Quispicanchi, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, ya no estarán vulnerables ante las heladas y el friaje que suele afectar esa región altoandina en el invierno. Esto es posible gracias a un plan multisectorial impulsado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) que ha permitido acondicionar sistemas térmicos en las viviendas de dichos lugareños.
Cabe indicar que en estas localidades la temperatura desciende incluso a 10 grados bajo cero en las madrugadas. Por esa razón, a través del proyecto Mi Abrigo de Foncodes, el Midis ha ejecutado sustanciales mejoras en las casas de las familias beneficiadas invirtiendo para el efecto 15.2 millones de soles.
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Fue posible convertir los predios de adobe en ‘casitas calientes’ con la instalación de un muro “trombe”, que almacena energía solar y conserva el calor. Esta tecnología incluye el acondicionamiento con el piso de madera machimbrada, doble puerta y cielo raso, lo cual permite elevar la temperatura entre un 50 % y un 75 % al interior del hogar.
Las denominadas “casitas calientes” evitan la fuga del calor y además son antisísmicas. El riesgo de que los niños y los ancianos contraigan infecciones respiratorias agudas por el frío ha disminuido considerablemente.
Además de Cusco, se ejecutaran obras para el mejoramiento de viviendas en comunidades altoandinas de otras once regiones: Apurímac (540 casitas calientes), Arequipa (170), Ayacucho (166), Huancavelica (463), Huánuco (32), así como Sur de Ayacucho atendido desde Ica (102), la sierra de Lima (66), Junín (154), Moquegua (211), Pasco (348), Puno (810) y Tacna (75).