El coordinador de la Asociación Regional de Pueblos Indígenas de la Selva Central (ARPI-SC), Cline Jorge Chauca López, señala que todos, Gobierno, Congreso, autoridades judiciales, regionales y locales, saben de los peligros que acechan a los pueblos indígenas, pero no hacen nada para revertirlo. Se refiere a la invasión de sus tierras por colonos, el avance de la siembra de hoja de coca, el narcotráfico y la tala ilegal.
“Parece que no toman en cuenta la vida de los pueblos indígenas y este es el resultado; una vez más, la muerte de un hermano. Nuestros líderes de las diferentes organizaciones son perseguidos, amenazados y finalmente acribillados por defender sus territorios, como ha sucedido con el hermano Santiago Contoricón Antúnez. Instamos al Gobierno y a las autoridades a que este crimen no quede impune, que nuestros líderes no acaben como están acabando”, reclama Cline Chauca.
ARPI SC ha hecho un llamado a sus organizaciones de autodefensa y a la Seguridad Indígena Amazónica (SIA) para cerrar todas las vías de acceso hasta encontrar al delincuente y entregarlo a la policía.
Cline Chauca manifiesta que nunca han dejado de exigir a los Gobiernos nacionales que atiendan sus demandas. Recuerda que en el gobierno de Pedro Castillo se emitió una resolución ministerial del sector Cultura para la atención de los pueblos indígenas, pero por solo un año. En ese tiempo se iba a recoger información sobre sus necesidades y luego se elaboraría un informe.
Consideraron que eso no los ayudaba. “Castillo dejó de lado a los pueblos indígenas. Eso nos indigna”, señala.
Santiago Contoricón fue asesinado el último sábado por desconocidos. Foto: difusión
Ahora han logrado que Dina Boluarte ordene convertir la resolución ministerial en decreto supremo. Eso ocurrió el 4 de abril en la provincia de Satipo.
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“Ahí hemos estado con el hermano Santiago Contoricón, quien presidía la Asociación de Ronderos Comunales de Río Tambo. Fue el último día, no sabíamos que después iba a ser asesinado”, lamenta.
Ese día también hablaron sobre la seguridad del pueblo indígena. Las organizaciones dijeron que no pueden desactivar sus comités de autodefensa porque hay delincuencia y persiste el narcotráfico. “Pero todo indica que el Estado no lo ve así”, se queja el coordinador de ARPI SC, Cline Chauca.
De acuerdo con la base de datos de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, entre los años 2012 y 2019 se reportaron siete indígenas asesinados en la Amazonía. Y solo en dos años, entre el 2020 y el 2021, ocurrieron nueve crímenes más.
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El 22 de marzo del 2022 fueron asesinados tres líderes de las etnias asháninka y yanesha de la comunidad Santa Teresa, en la provincia Puerto Inca, región Huánuco. Las víctimas fueron Jesús Berti Antaihua Quispe, su esposa Nusat Parisada Benavides de la Cruz y Gemerson Pizango Narvaes. Dos días antes habían asesinado a Juan Fernández, defensor ambiental de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, en Madre de Dios.