En su más reciente columna, el periodista César Hildebrandt abordó con agudeza la crisis moral y ética que atraviesa el Congreso de la República, al que se refiere como un "Congreso de delincuentes". Con su característico estilo, Hildebrandt no escatima en críticas hacia un sistema político que, a su juicio, ha caído en la degradación y la corrupción.
El periodista comienza su análisis cuestionando la sorpresa de algunos sectores ante la revelación de prácticas poco decorosas en el Congreso. "¿Qué querían? ¿Que en el Congreso de los delincuentes reinaran las normas de los caballeros?", se pregunta, sugiriendo que la prostitución política es una consecuencia natural de un entorno donde la ética ha sido reemplazada por el interés personal y la codicia.
Hildebrandt menciona la existencia de un "servicio delivery de muchachas" que operaba en el Congreso, insinuando que estas prácticas no son más que un reflejo de la corrupción sistémica que traspasa la política peruana. A su juicio, el escándalo no es solo la revelación de estas actividades, sino la normalización de la prostitución política, donde los legisladores se convierten en operadores de mafias y en cómplices de un gobierno que, según él, carece de legitimidad.
El periodista también critica la falta de atención a la "prostitución política" que se manifiesta en decisiones legislativas que favorecen a grupos de poder y que desvirtúan el verdadero propósito de la política: servir al pueblo. "Prostituir la política es fabricar monstruos", advierte, donde sostiene que el clima de resentimiento generado por este tipo de acciones podría desembocar en una explosión social en el futuro.
Hildebrandt concluye su columna con un llamado a la reflexión sobre el estado de la democracia en el Perú. "Prostituir el sistema de representación es desterrar lo más íntimo del contrato social", afirma, instando a la ciudadanía a tomar conciencia de la gravedad de la situación y a exigir un cambio que devuelva a la política su sentido original.
En un contexto donde la desconfianza hacia las instituciones es cada vez más palpable, las palabras de Hildebrandt resuenan como un grito de alerta. La prostitución política, lejos de ser un tema marginal, se convierte en el núcleo de una crisis que amenaza con desestabilizar el tejido social y político del país.
Jorge Torres Saravia, de acuerdo con el programa 'Beto a saber', sería el principal colaborador del gobernador regional César Acuña y estaría involucrado en una red de prostitución dentro del Congreso de la República. Se le acusa de reclutar mujeres para que trabajen como trabajadoras sexuales en el Parlamento, haciéndolas pasar por secretarias o asesoras con la ayuda de un cómplice.
Según su perfil en el portal del Gobierno, Torres Saravia nació en Chincha, tiene 44 años y es abogado con más de 15 años de experiencia en el sector público. Posee un doctorado en Gestión Pública y Gobernabilidad de la Universidad César Vallejo, que pertenece al gobernador César Acuña. En su trayectoria laboral, se menciona que fue jefe de la oficina Legal y Constitucional del Congreso desde el 22 de agosto de 2023 hasta el 14 de febrero de 2024, y volvió a ocupar ese puesto el 13 de mayo de este año. Sin embargo, ayer, el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, lo destituyó debido a las serias acusaciones en su contra.