La Primera Fiscalía Superior Anticorrupción de Lima ha ratificado este jueves el archivo de una denuncia que interpuso el entorno de Rodolfo Orellana Rengifo contra los fiscales Elvis Suárez y Eiser Jiménez, quienes lograron en 2020 la primera condena por crimen organizado contra el “Clan Orellana”.
Según pudo conocer La República, los representantes de la Asociación Apoder (que dirigen Rodolfo Raúl Orellana Ramos, hijo de Orellana Rengifo, y el ciudadano Jack Pérez Arévalo) no apelaron la decisión que archivó la denuncia que interpusieron en julio de este año, semanas antes de que se confirmara en segunda instancia la condena contra el Clan.
“La organización “APODER” representado por el abogado Jack Miller Pérez Arévalo, en calidad de denunciante y la Procuraduría Pública Anticorrupción como parte agraviada, no han interpuesto recurso impugnatorio contra la disposición de archivo dentro del plazo ley, conforme con el inciso 5 del artículo 334° del Código Procesal Penal (...) corresponde consentir la acotada disposición”, indica el documento.
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Tal como informó previamente este diario, el Ministerio Público desestimó la denuncia de Apoder el último 23 de setiembre. Durante las indagaciones no se logró probar que los fiscales hayan solicitado dinero a cambio de absolver a un integrante del “Clan Orellana”, Largio Hurtado Palomino. El intermediario de este ofrecimiento había sido el ciudadano David Pin Orihuela, quien pedía a nombre de los fiscales S/20.000.
Se aclaró también que el incidente era un caso de estafa. Pin Orihuela manifestó en dos oportunidades (15 de junio y 11 de agosto de este año) incluso que se arrepentía de enviar el mensaje al acusado Largio Hurtado y que sus motivaciones eran económicas y no conocía ni a Hurtado ni a los fiscales. Que todo “era un engaño”.
La denuncia que formuló Apoder, sociedad integrada por Rodolfo Orellana Ramos, hijo de Orellana Rengifo, fue presentada en julio, a pocas semanas de concluir el juicio por organización criminal en segunda instancia contra su tía Ludith Orellana Rengifo.
Ello fue interpretado como un intento para entorpecer la labor de la Fiscalía que buscaba la ratificación de la condena a 10 años de cárcel contra Ludith Orellana y que a su vez es la primera condena lograda por crimen organizado contra el Clan.
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En este caso, Ludith se había infiltrado en Sunarp desde el 2009 al 2013 para obtener alrededor de 47 terrenos de forma ilegal mediante el Estudio Orellana Asesores y Consultores. Por ello, en setiembre de este año, finalmente, se logró ratificar dicha sentencia contra el Clan.
A la fecha, solo queda pendiente una denuncia, esta vez formulada personalmente por Rodolfo Orellana contra los fiscales Elvis Suárez y Eiser Jiménez, y contra la jueza Fernanda Ayasta Nassif, quien impuso en febrero de 2020 la condena en primera instancia contra su hermana Ludith.