Decisión crucial que cambia el rostro político del Perú.,Ayer se produjo en el congreso una decisión crucial que cambia el rostro de la política peruana tras dos años de dictadura parlamentaria del fujiaprismo. Se trata del acuerdo en la junta de portavoces para proceder a la recomposición del consejo directivo de tal manera que, luego de las renuncias en Fuerza Popular y el reagrupamiento de los disidentes de este y de otros partidos en tres nuevas bancadas –Liberal, Unidos por la República y Cambio 21–, el fujimorismo debe perder la mayoría en la junta encargada de los trámites administrativos del parlamento. FP seguirá teniendo mayoría en el consejo directivo pero ya no será absoluta. Con o sin la presencia de sus congresistas, este comité podrá tomar decisiones. Este hito en la historia del congreso actual empezó a expresarse desde ayer mismo con hechos como la exoneración decidida por la junta de portavoces del dictamen de la comisión de constitución en el debate del pleno sobre la nueva junta nacional de justicia en el caso que este grupo de trabajo presidido por la congresista Rosa Bartra no apruebe su dictamen antes de fin de mes. Dichos cambios están en línea con la reestructuración en marcha del poder político que está sucediendo en el Perú como consecuencia de la debacle del fujiaprismo, y que en el caso del congreso implica que FP debe perder peso relativo en la junta de portavoces, el consejo directivo, la comisión permanente, el número de presidencias de comisiones y en el interior de las comisiones, incluyendo aquellas que el fujiaprismo usó como chaveta como las de ética o de acusaciones constitucionales. El desconcierto entre los congresistas de Fuerza Popular es patético pues siguen reaccionando y opinando como si nada hubiera pasado, es decir, como si ellos siguieran teniendo una mayoría que perdieron por sus errores, prepotencias, arrogancias y soberbias. Pero eso terminó ayer. Acostumbrados a exhibirse en el congreso solo ejercitando el músculo del número de votos pero manteniendo de vacaciones el del seso, ahora deberán entrenarse en preparar sus iniciativas con más esmero. El fin de la dictadura parlamentaria del fujiaprismo constituye una magnífica noticia para la institucionalidad en el Perú, pero, en realidad, no asegura en modo alguno que vayamos a tener un mejor parlamento, lo cual pasa por reformas más profundas que, ojalá, se puedan empezar a plantear gracias al terremoto que se produjo ayer en el congreso.