La presidenta brasileña pasó por una dura crisis política y enfrentó un juicio que la sacó del poder.,Dilma Rousseff estuvo en la cuerda floja en estos meses. La presidenta brasileña pasó por el momento más difícil de su vida política y enfrentó un juicio que la dejó fuera del cargo, algo que miles de ciudadanos pidieron desde hace algún tiempo. Pero, ¿de qué trató este proceso de destitución y por qué se inició? PUEDE VER: Duro golpe para Dilma Rousseff: la mayor fuerza política de Brasil abandona su Gobierno Para entender el juicio político contra Rousseff es preciso recordar las acusaciones que se hicieron en su contra, ya que la imputación por la que fue destituida no tiene que ver con corrupción, pese a los vínculos que tiene con las personas involucradas con Petrobras, sino por un “crimen de responsabilidad fiscal”. El pedido de “impeachment” El proceso de “impeachment”, juicio político, contra la presidenta fue solicitado por varios diputados, entre los que se encuentran Jovair Arantes y Hélio Bicudo, fundador del Partido de los Trabajadores, quienes denunciaron que ella había usado fondos de bancos públicos para cubrir programas de responsabilidad del gobierno. Jovair Arantes concluyó en su informe que hay indicios de que Rousseff autorizó gastos no presupuestados sin consultar al Congreso, entre 2014 y 2015, con el fin de maquillar y equilibrar el flujo económico de su mandato, algo evidentemente ilegal. Según Arantes, las acusaciones contra Rousseff "son de elevada gravedad" y tipifican un "delito de responsabilidad", que es lo que la Constitución contempla para la destitución del presidente a cargo. Por su lado Hélio Bicudo señaló, en declaraciones a BBC Mundo, que Dilma “cometió una serie de actos ilícitos en el sentido de violar la legislación respecto a la salud fiscal del país, dando la impresión de que todo estaba bien, cuando no era así”. Rousseff se defiende El abogado que defiende a la presidenta brasileña e intentó salvarla de su destitución es José Eduardo Cardozo, quien en su última presentación de alegatos señaló que este juicio político no tiene base legal y “no será perdonado nunca”. Además, aseguró que es un golpe de estado y lo único que provoca es inestabilidad en el país. Para él, un delito de responsabilidad sólo es considerado cuando hay una falta contra la Constitución, no la violación de una ley, por lo que un proceso de juicio político es inconstitucional e ilegal. En este sentido, también ha manifestado que las operaciones financieras hechas por Rousseff estuvieron dentro del marco legal, en las que no hubo nada ilícito. “Es una venganza”, dijo el magistrado y acusó al presidente de Cámara de Diputados, Eduardo Cunha. La mandataria también ha salido a defenderse y ha denunciado en diversas ocasiones que esto se trata de un golpe de estado por parte de sus opositores, además, este martes acusó a su vicepresidente Michel Temer de ser "uno de los jefes de la conspiración" contra ella. El juicio avanza Pese a los alegatos de la defensa de la mandataria brasileña, la comisión parlamentaria que siguió el caso decidió que el trámite pase al pleno de la Cámara de Diputados, tras indicar que existen razones que justifican la apertura del juicio político. Es así que, el destino de Rousseff estaba en manos de 513 diputados, y para que siga el proceso de destitución, los promotores del juicio político necesitaban al menos 342 votos. El anuncio de esta decisión fue celebrada por los diputados opositores del gobierno, quienes agitaron banderas brasileñas y gritaron “fuera Dilma”, algo que también se vio reflejado en las calles del Sao Paulo. ¿Qué pasó con Rousseff ahora? Si más de 342 diputados de la Cámara baja le decían sí al pedido, la causa pasó al Senado, donde sus 81 miembros, por mayoría simple, decidieron que se inicie lo que sería el propio juicio político contra Rousseff. Y así fue. Una vez iniciado el proceso, la mandataria debió abandonar su cargo por 180 días, período máximo que tuvo la Cámara alta para que decida su destino, mientras, el que ocupaba la presidencia era Michel Temer, su vicepresidente. Si la respuesta después de este lapso de tiempo era a su favor, Rousseff volvía al cargo, de lo contrario, terminaría con su destitución definitiva. Hay que resaltar que Temer también está en el ojo de la tormenta, por estar involucrado en las maniobras fiscales por las que está acusada la presidenta, además, un audio suyo divulgado por “error”, da por hecho que habrá juicio político. Datos extras Dilma Rousseff y Michel Temer, aunque salgan victoriosos de un juicio en el Congreso, tienen que responder ante el Tribunal Superior Electoral, porque son acusados de cometer irregularidades en su campaña de reelección en 2014. Estas faltas fueron reveladas tras el escándalo de Petrobras, el cual dio indicios de que su campaña de 2014 fue apoyada con dinero de la corrupción de la petrolera, algo que, de ser comprobado, los sacaría por completo del poder y obligaría al país a convocar nuevamente a elecciones.