AGENCIAS/ Como ya ocurrió tras la matanza en Tucson, Arizona, en enero de 2011, en la que la legisladora Gabrielle Giffords recibió un tiro en la cabeza, la masacre perpetrada el viernes en un cine de Aurora, Colorado, tuvo el efecto de elevar sensiblemente las ventas de armas en ese estado. Según el diario Denver Post se ha contabilizado un incremento del 41% en la venta de armas tras la matanza, durante el estreno de la última película de Batman. "Es totalmente demencial", dijo al diario Jake Meyers, un empleado de un armería en Parker, la Rocky Mountain Guns and Ammo, según el cual al menos 15 ó 20 personas ya estaban en fila esperando la apertura del negocio el sábado, a pocas horas de la tragedia. También se produjo un aumento del número de personas que buscan entrenamiento para obtener un permiso de porte de armas. Llevar en público un arma corta de manera oculta es legal en 49 de los 50 estados del país si se obtiene el permiso correspondiente. El periódico reportó que muchas personas decían que no creían que iban a necesitar un arma, pero que habían cambiado de idea luego del tiroteo en el cine, que dejó 12 muertos, entre ellos una niña de seis años, y 58 heridos. Sin antecedentes penales, James Holmes (24), autor de la masacre, pudo comprar legalmente cuatro armas de fuego, entre ellas un fusil semiautomático. A través de Internet, adquirió más de 6.000 balas, según la policía.