Las pirámides de Egipto son monumentos de inmensa importancia histórica y cultural. Representan el poder y la organización de una de las civilizaciones más avanzadas de la antigüedad, convirtiéndose en símbolos duraderos del antiguo Egipto.
En la actualidad, un grupo de arqueólogos liderado por Eman Ghoneim, profesora de ciencias de la Tierra y los océanos de la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington, ha revelado un hallazgo fascinante en Egipto. Se trata de un túnel que conecta las pirámides de Giza, el cual ha sido identificado como un antiguo brazo del río Nilo, facilitando la construcción de estas emblemáticas estructuras.
Las pirámides de Giza, son las únicas que se mantienen intáctas. Foto: NG
Las pirámides de Giza, levantadas hace más de 3000 años, son las únicas de las siete maravillas antiguas que se mantienen intactas. Su origen ha intrigado a generaciones de egiptólogos. Este descubrimiento aporta una nueva perspectiva sobre cómo los antiguos egipcios levantaron estos monumentos, desafiando teorías previas sobre el transporte de materiales.
El hallazgo, publicado en el sitio oficial de la Universidad de Carolina del Norte, indica que las pirámides fueron erigidas junto a un brazo del río Nilo, lo que permitió el transporte de grandes bloques de piedra de manera eficiente. Anteriormente, se creía que los trabajadores utilizaban trineos de madera para movilizar estos pesados materiales, pero la nueva evidencia sugiere un método más ingenioso.
La investigación fue compartida en la revista Communications Earth & Environment, donde se explica la concentración de alrededor de 30 pirámides en una zona remota del Sahara. Ghoneim afirmó: “Muchos de los que estamos interesados en el antiguo Egipto sabemos que los egipcios debieron utilizar una vía fluvial para construir sus enormes monumentos, pero nadie estaba seguro de la ubicación, la forma, el tamaño o la proximidad de esta mega vía fluvial al sitio de las pirámides”.
El túnel, denominado 'Ahramat' (que en árabe significa 'pirámides'), tenía una extensión de aproximadamente 63 kilómetros y un ancho que oscilaba entre 200 y 700 metros en su momento de mayor esplendor. Según la investigación, los arquitectos aprovecharon las épocas de crecida del Nilo, cuando su caudal aumentaba, para facilitar el transporte de materiales hacia las pirámides.
Se estima que hace unos 4200 años, el curso del río comenzó a secarse, lo que afectó a las poblaciones cercanas y redujo la actividad en los ramales menores del Nilo. “Aquella podría ser una de las razones de la migración del brazo hacia el este y su posterior encenagamiento”, explica el artículo.
El túnel, denominado 'Ahramat'. Foto: La Nación
Las pirámides, ubicadas cerca de la antigua ciudad de Menfis, capital del reino egipcio en ese entonces, tenían senderos dirigidos hacia el río Ahramat. Esto confirma que este brazo del Nilo fue fundamental para el transporte de materiales, lo que a su vez permitió la construcción de estas impresionantes estructuras que han perdurado a lo largo de los siglos.
Este descubrimiento no solo enriquece nuestro entendimiento sobre la ingeniería antigua, sino que también destaca la importancia de los recursos naturales en la construcción de monumentos que han fascinado a la humanidad durante milenios.
El clima y la geografía fueron elementos esenciales en la construcción de las pirámides en el antiguo Egipto, especialmente por la influencia del río Nilo y posiblemente del río Ahramat. El clima árido y seco de la región no solo favoreció la preservación de las estructuras con el paso del tiempo, sino que también permitió que los trabajos se realizaran durante gran parte del año sin interrupciones por lluvias o condiciones adversas. Estas características climáticas garantizaron la durabilidad de los materiales y facilitaron la planificación a largo plazo de estas monumentales obras.