El Gobierno español del socialista Pedro Sánchez ha emitido un recordatorio a Israel sobre la obligatoriedad de las medidas dictadas por la Corte Internacional de Justicia mediante el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Estas órdenes incluyen la suspensión inmediata de las operaciones militares en Rafah y Gaza, además del acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria. El aviso fue conocido a las horas de que Israel atacara Rafah pese al anuncio de la CIJ.
Esta postura de España llega en un contexto de creciente tensión diplomática con Israel, exacerbada por la reciente decisión de Madrid de reconocer oficialmente al Estado palestino. Esta medida, que se hará efectiva el 28 de mayo, ha generado una reacción adversa por parte del Gobierno israelí, que ha llamado a consultas a su embajadora en Madrid y ha anunciado la ruptura de ciertos vínculos diplomáticos con la nación española.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha sido claro y directo en su mensaje a Israel. “Las medidas cautelares de la CIJ, incluido el cese de la ofensiva de Israel en Rafah, son obligatorias. Exigimos su aplicación”, escribió Albares en su cuenta de X. Además, ha subrayado la necesidad de un alto el fuego, la liberación de los rehenes y el acceso humanitario a Gaza. Asimismo, enfatizó que "el sufrimiento de los gazatíes y la violencia deben terminar".
Este pronunciamiento refleja la postura crítica de España hacia las acciones de Israel en Gaza, lo que reafirma que es uno de los países europeos más presentes en la denuncia de la ofensiva israelí.
En respuesta a una solicitud de Sudáfrica, la Corte Internacional de Justicia emitió una serie de medidas cautelares dirigidas a Israel. La CIJ ordenó a los israelíes detener su operación militar en Rafah y cualquier otra acción que pudiera causar la "destrucción física total o parcial" de la población palestina en Gaza. Esta decisión fue respaldada por 13 de los 15 jueces del tribunal, lo que subraya la urgencia y la obligatoriedad de su cumplimiento.
Además de cesar las hostilidades, la CIJ exigió a Israel que mantenga abierto el paso fronterizo de Rafah y así facilitar la entrada de ayuda humanitaria y servicios básicos sin impedimentos. La Corte también instó al Gobierno israelí a permitir el acceso de misiones internacionales que investiguen denuncias de genocidio y otros crímenes de guerra.
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El secretario general de la ONU, António Guterres, ha reafirmado la obligatoriedad de las órdenes de la CIJ. En un comunicado, Guterres recordó que, conforme a la Carta de la ONU y el Estatuto de la CIJ, las decisiones del tribunal son vinculantes y deben ser respetadas por todas las partes. "Confío en que las partes cumplirán debidamente la orden del tribunal", expresó al resaltar la importancia del cumplimiento de estas medidas para proteger a la población civil en Gaza.
Guterres también informó que notificará al Consejo de Seguridad de la ONU sobre las medidas cautelares, lo que confirma la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta inmediata y coordinada por parte de la comunidad internacional.
A pesar de las órdenes de la CIJ y las reiteradas llamadas de la comunidad internacional, Israel ha continuado con sus operaciones militares en Rafah. Testigos y periodistas han reportado bombardeos en la ciudad y otras áreas de Gaza, lo que desafía directamente las disposiciones del tribunal. El Gobierno israelí, liderado por Benjamín Netanyahu, ha declarado que su Ejército no lleva a cabo operaciones que generen condiciones de vida que puedan causar la destrucción de la población palestina.
Miles han abandonado Rafah, al sur de la Franja de Gaza, ante el inminente peligro de los bombardeos por parte de Israel. Foto: composición LR/AFP