Quinto mandato de Putin en Rusia es “un régimen de control y sin libertad”, según internacionalista
Vladimir Putin se queda hasta el 2030 y no se descarta una reelección. La guerra con Ucrania, el conflicto en Medio Oriente, su tensión con EE. UU. y más puntos fueron expuestos por el internacionalista Carlos Novoa en La República.
Vladimir Putin juró para su quinto mandato como presidente de Rusia en una ceremonia de investidura celebrada en el Kremlin, el martes 7 de mayo de 2024. El nuevo mandato, que podría extenderse hasta su cumpleaños 77, está marcado por una consolidación del poder y la represión de la oposición. "Es un gran honor, una responsabilidad y un deber sagrado", afirmó Putin.
El futuro prevé una situación política complicada por la represión interna, tensiones geopolíticas y una economía afectada por las sanciones internacionales a raíz de la invasión a Ucrania en 2022. Además, las relaciones con Occidente continúan deteriorándose, con sanciones más severas y un aislamiento diplomático significativo. El internacionalista Carlos Novoa nos explica esos puntos y la influencia de Rusia en América Latina en una entrevista para La República.
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Otros 6 años más con Putin
—Putin juró su quinto mandato hasta 2030, ¿cuáles serían los principales puntos en su agenda?
—El primer punto es quedarse hasta el 2030 con posibilidad de reelegirse todavía un tiempo más. Otro punto también sería el vencer a Ucrania definitivamente. Este es un conflicto que se le fue de las manos a Rusia, porque pensaron que iba a ser rápido.
Un tercer punto de la agenda es este el tema de fortalecer la imagen hacia afuera y parte de ello tiene que ver con los ejercicios nucleares que están haciendo y el mostrarse como una potencia fuerte y sólida; es decir, recuperando la grandeza de Rusia, recuperada con Putin, que es una de las razones por las cuales él ha tenido esta popularidad.
No se descarta una nueva reelección de Vladimir Putin. Foto: AFP
—Teniendo en cuenta que la mayoría de los opositores están encarcelados o con prohibición de postularse, ¿esa posesión fue coreografiada o manipulada?
—Es cuestionable, porque no hay una libertad absoluta, no es un régimen democrático abierto, sino uno de control. Además, no hay oposición o si hay, es una muy suave que no se mete en cuestiones electorales. Y cuando existen estos regímenes que controlan la información es muy difícil, porque de eso depende que sea más o menos objetiva.
Entonces ese punto de vista no extraña que sea un 87%, de hecho, hay un apoyo, sobre todo con los rusos, que buscan la recuperación de la identidad. Acuérdate que el mundo fue bipolar con la Unión Soviética y Estados Unidos. Al final de la Guerra Fría, la Unión Soviética queda desmembrada, queda Rusia y, en los primeros años de esta nueva Rusia, fueron días difíciles y con Putin un poco que se ha recuperado el orgullo ruso desde mi punto de vista.
Putin ganó las elecciones de Rusia en marzo 2024. Foto: AFP
La tensión con Estados Unidos y algunas naciones de Europa continúan
—Estados Unidos y muchas naciones europeas se negaron a enviar un representante tras llamar “farsa” a las elecciones rusas. ¿Sería una preocupación para Putin?
—Esto es algo que no le preocupa a Putin, porque ellos siempre hablan de autonomía y resolver sus propios problemas. Además, ya los han tenido a nivel diplomático antes y esto les ha costado, por ejemplo, el último Mundial de Fútbol, donde quedaron apartados por la guerra que tenía con Ucrania. Todos esos daños, los rusos los controlan. Entonces no sería una gran preocupación estar enemistados por ahora con las naciones europeas y con Estados Unidos, o que llamen farsa a sus elecciones, porque eso es una cuestión de palabra. Eso no representa una preocupación profunda porque ellos tienen este poder.
Van a tener que trabajar con ellos, al igual que lo hacen con China, el cual también es un país que no tiene libertad de expresión; sin embargo, las naciones lo eligen para hacer negocios.
Rusia y Estados Unidos continúan en tensión por varias décadas. Foto: El Confidencial
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Guerra con Ucrania lejos de un final
—Putin aseguró que no se niega a un diálogo con los países occidentales que apoyaron a Ucrania. ¿Parte de su estrategia o cuál sería el objetivo?
—Va justo en la línea de lo que decía antes, porque ellos tienen esa autonomía y reciben críticas, más que todo externas, pero de ahí en adelante es muy difícil que pueda ejercer presión. Eso se debe a que finalmente Rusia es un país grande, importante y poderoso, que además tiene apoyo en las Naciones Unidas, un miembro del Consejo de Seguridad. Tarde o temprano, los países occidentales van a tener que conversar con Rusia.
La guerra entre Rusia y Ucrania empezó el 24 de febrero de 2021. Foto: France 24
Conflicto en Medio Oriente
—Más allá de reclamar una tregua, ¿por qué Rusia no ha intervenido, como EE. UU., en el conflicto en Medio Oriente?
—Es una cuestión de cálculo. Hay países que han apoyado a Palestina, Rusia lo ha hecho en algunas oportunidades, pero esta vez no se ha querido meter en el conflicto en Medio Oriente porque sería escalar un poco más en el enfrentamiento con Estados Unidos. Rusia elige las batallas y piensa que el conflicto tiene más importancia con Irán o con la propia China.
Otro detalle importante es que en Israel hay más de un millón de judíos de origen ruso, entonces esto podría generarle algún tipo de problema interno dentro de la propia Rusia y por eso prefieren estar también al margen.
Putin reclamó una tregua en medio del conflicto en Medio Oriente. Foto: Static
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Influencia en América Latina
—¿Cómo influenciaría Rusia en América Latina?
—Rusia en otras oportunidades, ahora no tanto, ha hecho negocios con algunos países de América Latina, más allá de que tengamos gobiernos de derecha o izquierda.
Tiene una influencia en temas de gas y energéticos. Es el mismo ejemplo que China, un país grande, con el cual toda América Latina hace negocios y ellos no permiten que se hable de sus asuntos internos, porque se podría reclamar que no hay democracia.
En Rusia es igual, pues los países poderosos tienen otro tipo de influencia y funciona mucho lo que se llama el realismo en las relaciones internacionales; es decir, que los Estados tienen intereses y no tienen amigos.
Putin ha pedido anteriormente a los países de América Latina a unirse a los BRICS. Foto: Observatorio Venezolano Antibloqueo