Tras conocerse la decisión de Estados Unidos de enviar bombas de racimo a Ucrania, varios países miembros de la OTAN manifestaron su total rechazo e incomodidad. España, Reino Unido y Canadá encabezan la discrepancia entre las más de 100 naciones firmantes para la prohibición de ese tipo de armas. Esto sucede a un día de la cumbre de la OTAN, la cual se realizará en Lituania.
Alemania, Francia e Italia también se suman al desacuerdo, pero optaron por expresarlo con “un tono más comprensivo”, como lo detalló El País.
El Ejecutivo español, a través de Margarita Robles, expresó su rechazo a la determinación de EE. UU. “Nuestro apoyo a Ucrania es total y absoluto. Pero, respetando las decisiones de un país soberano como es EE. UU., España no comparte esa decisión. Estamos en contra de enviar bombas de racimo”, dijo la ministra de Defensa.
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Nuevamente, la magistrada reafirmó el compromiso de España con el Gobierno de Volodímir Zelenski, pero también destacó mantenerse firmes “con que determinadas bombas no se pueden entregar en ningún caso". "Ucrania está ejercitando el derecho a la legítima defensa. La posición de España es clara y rotunda: no a las bombas de racimo y sí a la legítima defensa que entendemos que no se realiza con este tipo de armas”, añadió.
Por su parte, Canadá envió un mensaje más directo: “No respaldamos el uso de bombas de racimo y estamos comprometidos con acabar con el efecto que estas municiones tienen sobre los civiles. Nos tomamos en serio nuestra obligación de alentar su adopción universal”, así lo citó El País.