Dos siamesas nacidas en Irán tomaron la riesgosa decisión de someterse a una intervención quirúrgica en Singapur a cambio que puedan tener una vida independiente cada una; sin embargo, el resultado lamentablemente no fue satisfactorio, ya que fallecieron.
En una oportunidad, según relataron algunos de los especialistas que fueron parte de esta arriesga operación, las hermanas Ladan y Laleh Bijani ya no soportaban una vida en la que tenían que compartir casi todo, desde la carrera universitaria hasta inclusive los vínculos de amistad que cada una poseía.
Por esa razón, de acuerdo al doctor Ben Carson, quien brindó una entrevista al canal ABC News en el año 2003, las siamesas afirmaron que “su vida unida por la cabeza era peor que la muerte”, por lo que desde muy jóvenes anduvieron investigando en dónde y quiénes podrían ser los especialistas que estén decididos a asumir el reto de dividirlas.
La operación tardó dos días. El 6 de julio del año 2003 fue la fecha en la que se dio luz verde a la operación y el 8 del mismo mes concluyó con el trágico final.
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Ladan y Laleh optaron por realizarse la intervención a la edad de 29 años, luego de que ambas consiguieran ser abogadas de profesión. La primera dejó de existir a las 8.30 de la mañana, mientras que la segunda a las 10.
Como esta situación significó un caso sin precedentes para diversas partes del mundo, varios medios de comunicación llegaron a los alrededores del hospital Raffles, nosocomio de Singapur donde fueron operadas las hermanas, en busca de relatar cómo se encontraba su estado de salud.
"Ya conocida la lamentable noticia, fue director del mencionado hospital, Loo Choon Yong, quien comunicó a la prensa el triste acontecer de Ladan y Laleh:Ladan y Laleh murieron poco después de que los cirujanos del equipo lograran separarles los cerebros. Nunca se había intentado separar a dos siamesas adultas craneópagas por los altísimos riesgos que implicaba. Aceptamos ese desafío, sabíamos que los riesgos eran grandes y que uno de los escenarios posibles era que perdiéramos a ambas. Ladan y Laleh también lo sabían”, esbozó el galeno.
Por otro lado, la infancia de Ladan y Laleh fue difícil por diferentes razones. Por ejemplo, era una complicación decidir si se iban a dormir temprano o tarde, salir o no salir a algún lugar y otras actividades comunes.
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Además, cuando ya estaban jóvenes, era el momento de elegir una carrera universitaria, sin embargo, ambas no se ponían de acuerdo al elegir cuál sería la mejor opción, pues mientras que una deseaba estudiar derecho, la otra quería ser periodista. Finalmente, acabaron estudiando leyes en la Universidad de Teherán.
Teniendo en cuenta la gravedad que representaba la intervención, se requirieron 28 médicos y más de 100 auxiliares para atender este caso.
Y por si fuera poco, las siamesas tuvieron que trasladarse hasta Singapur y esperar siete meses mientras que acudían a una serie de análisis y evaluaciones médicas para que determinen si estaban aptas para la operación.
"Es una tragedia, pero se aprendió mucho de la operación… lo que ambas contribuyeron a la ciencia perdurará mucho más que ellas”, confesó a la ABC News, el médico Carson.