Hace unos días, un submarino fue a explorar la zona en la que se hundió el Titanic y ha desaparecido con cinco personas a bordo. Luego de muchas horas de búsqueda, finalmente se encontraron los restos de los pasajeros. Al respecto, se generan muchas dudas acerca de cómo esta corta tripulación pasó los últimos días de su vida. En esta nota, te enterarás de cómo es la experiencia de vivir o pasar un largo tiempo en un submarino y estar en contacto con arrecifes y otras criaturas marinas.
Ser parte de un submarino es bastante duro y desafiante, puesto que significa pasar varios meses sin ver la luz del sol. Aquello lo convierte en una tarea destinada generalmente a especialistas en este rubro, como los militares. El lugar para moverse es mínimo y las actividades son repetitivas. Sin embargo, últimamente esto se ha hecho llevadero.
La primera tarea ni bien te sumerges es asegurarte de que no haya filtraciones de agua. Luego, estos marineros entran en una rutina diaria de 18 horas divididas en tres segmentos: seis horas para dormir, seis para permanecer de guardia y otras seis de tiempo libre, en las que puedes ver alguna película, comer, asearte, entrenar, leer o tareas de mantenimiento. Esto último es a lo que más se dedican.
Lo normal es permanecer como mínimo unos 90 días, de acuerdo con la capacidad de combustible, el agua, los alimentos y también el oxígeno. No obstante, soportar estar bajo el agua durante ese periodo es posible si es que la navegación tiene planeado al menos un par de salidas a la superficie. Aquello es vital para el funcionamiento del submarino. Asimismo, estar varios días consecutivos en lo más profundo únicamente dependerá del funcionamiento de sus baterías.
Si bien algunos submarinos de Japón o China han roto récords de profundidad por debajo de 10.000 metros, al considerar que 11.000 metros es la profundidad máxima del océano, la realidad es que las grandes unidades no se sumergen más de 600 metros de profundidad. Y es que, a mucho mayor profundidad, la diferencia entre la presión del mar y la atmosférica del interior es excesiva para los cascos de acero o de titanio que ostentan.
El baño de un submarino no es como el que tienes en tu casa. Estas naves deben destilar el líquido que necesitas para beber, cocinar y bañarse a partir del agua de mar y poseen un suministro limitado, por lo que las duchas submarinas consisten en abrir el agua dos veces: para enjabonarse y enjuagarse. No puedes dejar corriendo el agua ni cuando te cepillas los dientes. Además, un submarino debe descargar sus tanques sanitarios cada cierto tiempo.