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Desde mutilaciones hasta esterilizaciones: 5 experimentos más crueles de los nazis en el Holocausto

Prisioneros y prisioneras de todas las edades eran usados como conejillos de Indias por médicos para desarrollar políticas raciales. Su objetivo era la exterminación de judíos en toda Europa.

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El doctor Leo Alexander (a la derecha) presenta evidencia de la experimentación médica realizada a una estudiante polaca internada en un campo de concentración. Foto: composición LR/BBC

Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi realizó una campaña mortal para 'limpiar' a la sociedad alemana de las personas que percibían como amenazas biológicas a la salud de la nación. Los nazis consiguieron la ayuda de médicos, genetistas, psiquiatras y antropólogos para desarrollar políticas raciales.

La implementación de las leyes de segregación racial y protección de la raza aria derivó en que el Gobierno llevase a cabo programas de esterilización forzada, en el marco de las leyes para la prevención de las enfermedades hereditarias de la descendencia, programas de eutanasia de discapacitados mentales y físicos.

Estas políticas, que iniciaron con la esterilización en masa de miles de personas en hospitales y otras instituciones, terminaron por casi exterminar a los judíos de Europa. A continuación, los experimentos médicos más crueles contrarios a todo sentido ético —sin autorización ni ninguna protección para los pacientes— que se llevaron a cabo durante el Tercer Reich (término que se usó para describir al régimen nazi).

1. Experimentos sobre coagulación y congelación

El médico nazi Sigmund Rascher usó a unos 300 prisioneros del campo de concentración de Dachau y los sumergió en un tanque de agua con hielo, con el presunto objetivo de estudiar los efectos del frío en el ser humano. Según sus experimentos, él buscaba tratamientos contra la hipotermia para pilotos derribados en el océano.

“En cuanto la temperatura corporal alcanzaba los 28 grados, los sujetos de estudio morían invariablemente pese a los intentos de reanimación”, escribió Sigmund en 1942.

Sigmund Rascher, en el centro, estudia a un prisionero sumergido en agua con hielo. Foto: EPV

Además, realizaba experimentos para estudiar la coagulación de la sangre con la esperanza de poder frenar las hemorragias en el campo de batalla. Las pruebas iban desde dispararles a amputarles miembros de su cuerpo sin ni siquiera darles anestesia.

2. Experimentos sobre sulfamida

La sulfamida es una sustancia química usada como antibióticos, antiparasitarios y coccidiostáticos en el tratamiento de enfermedades infecciosas. Pero, antes de ser lo que es hoy en día, fue un experimento para los médicos nazis en el campo de concentración de Ravensbruck.

A los participantes se les hacía heridas en sus piernas con cristales y arena para simular el escenario de una herida de batalla. Luego, eran infectados con bacterias y neurotoxinas, además de incluir enfermedades como el tétano, infecciones gastrointestinales e inyecciones de Streptococcus, según The New Atlantis.

En el campo de concentración de Ravensbruck, se llevaban a cabo experimentos para probar la eficacia de la sulfamida. Foto: captura de Twitter/@RelatoCuriosoK

3. Experimentos con bombas incendiarias

Entre 1943 y 1944, se llevó a cabo experimentos en el campo de concentración de Buchenwald para probar la efectividad de fármacos en heridas fruto de bombas y quemaduras. A los prisioneros les quemaban a conciencia para probar los medicamentos.

A los prisioneros le quemaban a conciencia para probar la efectividad de los fármacos. Foto: Twitter

4. Experimentos con agua de mar

Desde julio y septiembre de 1944, se llevaron a cabo experimentos en el campo de concentración de Dachau para estudiar métodos de hacer potable el agua de mar. Un grupo de 90 personas era privado de alimentos y el doctor Hans Eppinger les daba solo agua de mar para beber, dejándolos muy lesionados y con alucinaciones. Estaban tan deshidratados que lamían el suelo recién lavado para beber algo y con esto llegaban a su agonizante muerte.

Los sujetos solo podían tomar durante días agua salada, lo que les llevó a sufrir alucinaciones, locura e incluso la muerte. Foto: @RelatoCuriosoK/Twitter

5. Experimentos con veneno

En 1943, se realizó experimentos en el campo de concentración de Buchenwald para investigar el efecto de venenos que eran administrados en secreto en la comida. Las víctimas morían o eran asesinados para poder realizar autopsias y ver los resultados.

6. Experimentos de esterilización

Desde 1941 hasta 1945, en Auschwitz se llevó a cabo esterilizaciones a cargo del Dr. Carl Clauberg. El objetivo era desarrollar un método de esterilización contra millones de personas con un mínimo tiempo y esfuerzo.

Esterilizaron a miles de víctimas por medio de rayos X, cirugía y varias drogas. El gobierno nazi atacó a unos 400.000 sujetos como parte de su programa de esterilización forzosa.

Muchas mujeres murieron y otras quedaron muy afectadas por las pruebas como rayos X. Foto: @RelatoCuriosoK/Twitter

Se les administró inyecciones intravenosas de yodo y nitrato de plata, las cuales provocaban hemorragias vaginales, dolores abdominales y cáncer cervical. Por ello, el tratamiento con radiación se convirtió en el método favorito de esterilización.

Este método era capaz de destruir los óvulos o esperma de las víctimas, y era administrado por medio de engaños. Los prisioneros quedaban estériles y muchos sufrieron de quemaduras a causa de la radiación.

7. Experimentos con trasplantes

Desde septiembre de 1942 hasta diciembre de 1943, se realizó diversos experimentos en el campo de concentración de Ravensbrück para estudiar la regeneración de huesos, músculos y nervios, como el trasplante de huesos. Secciones de huesos, músculos y nervios fueron extraídos sin anestesia. Como resultado, muchas víctimas sufrieron intensa agonía, mutilación o discapacidad permanente.

8. Experimentos con gemelos

Los gemelos eran muy utilizados para los experimentos, ya que querían averiguar qué conexión genética existía entre ellos. Se les sacaba sangre todos los días, se les comparaba y se les medía a menudo para intentar averiguar las diferencias. Uno de ellos moría, el otro era asesinado para ser estudiado post mórtem.

Uno de ellos moría, el otro era asesinado para ser estudiado post mórtem. Foto: @RelatoCuriosoK/Twitter