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Alan Turing, el visionario de la inteligencia artificial que fue condenado a castración química

Después de 60 años, el Gobierno británico le concedió el perdón por “la forma espantosa en que había sido tratado”.

Alan pensó que su aporte durante la guerra lo ayudaría, pero no fue así. Fue condenado a la castración química. Foto: composición LR / New York Times / Exevi / Hiptex
Alan pensó que su aporte durante la guerra lo ayudaría, pero no fue así. Fue condenado a la castración química. Foto: composición LR / New York Times / Exevi / Hiptex

Alan Turing, nacido en 1912, en Londres, Reino Unido, fue reconocido como el padre de la informática y visionario de la inteligencia artificial. El científico británico destacó a sus 26 años por su aporte a los aliados en la Segunda Guerra Mundial al descifrar los códigos nazis con su máquina Bombe.

Ese logro permitió que la guerra no continúe, pues de lo contrario, hubiese durado dos o cuatro años más causando otros dos millones de muertes. Tras la derrota de Alemania, Turing siguió con sus grandes inventos, pero su éxito terminó cuando recibió la condena de castración química al conocerse su homosexualidad.

Aporte en la Segunda Guerra Mundial

Alan Turing, llamado también el “padre de la computación moderna”, tuvo un enorme interés por las matemáticas y la ciencia desde muy joven. Estudió en la Universidad de Cambridge y, al graduarse, se trasladó a la Universidad de Princeton para trabajar con el lógico Alonzo Church. Entre 1931 y 1934, lideró un centro de estudios e investigaciones matemáticas. Al año siguiente, fue profesor del King's College.

Cuatro años después, tras la declaración de guerra de Gran Bretaña, Turing fue convocado a Bletchley Park, donde estaba la Escuela Gubernamental de Código y Cifrado (GC&CS). Las 9.000 personas que trabajaban ahí buscaban interpretar las comunicaciones alemanas cifradas en código morse con la máquina Enigma.

Tras varios intentos, Turing pensó que el problema podría ser el instrumento, por lo que diseñó a Bombe. Bajo la supervisión del matemático Gordon Welchman, en 1940, ya se tenía el primer prototipo. Los resultados eran buenos, pero no suficientes, pues los alemanes no se rendían y mejoraban su sistema.

 La 'Bombe' en el museo de Bletchey Park, que replicaba la acción de varias máquinas Enigma cableadas una con la otra. Foto: Archivos de la historia<br>

La 'Bombe' en el museo de Bletchey Park, que replicaba la acción de varias máquinas Enigma cableadas una con la otra. Foto: Archivos de la historia

Frente a ello, el científico y su equipo contactó al primer ministro británico, Winston Churchill, para solicitar más recursos. Fue así que lograron colocar 200 máquinas, lo que permitió ganar la Segunda Guerra Mundial, originada por Adolf Hitler.

Otro de los conocidos aportes a la ciencia de Turing fue una máquina hipotética que llevaba su apellido, la cual simulaba cualquier algoritmo informático, sin importar la complejidad. Fue otro éxito. No obstante, eso se vio perjudicado por una revelación: ser homosexual.

Condenado por ser homosexual

Turing tenía 39 años y estaba comprometido con una de sus compañeras, pero no pudo casarse y reveló su opción sexual luego de que el 23 de enero de 1952 sufriera un robo en su casa. La Policía de Manchester lo llamó a testificar y ahí se enteró que Turing había tenido relaciones sexuales con Arnold Murray, un joven de 19 años, quien estaba con él en el momento del robo.

La Policía los denunció, ya que el hecho estaba penado por la ley y “los homosexuales eran vistos como una presa fácil del espionaje soviético”, como informó El País. Alan pensó que su aporte durante la guerra lo ayudaría, pero no fue así. Un magistrado local lo condenó a prisión. No obstante, él se negó y optó por la castración química, por lo que le inyectaron con hormonas femeninas (estrógeno) para reducir su libido durante un año.

Inmediatamente, perdió sus credenciales de seguridad. Turing estuvo devastado durante dos años hasta que el 8 de junio de 1954 su ama de llaves lo encontró muerto en su domicilio en Wilmslow. Según los exámenes e investigaciones, había fallecido el día anterior tras morder una manzana de cianuro, la cual estaba al lado de su cama.

Reconocimiento 60 años después de su muerte

Después de casi 60 años del fallecimiento de Alan Turing, Gran Bretaña había decidido conceder el “perdón”, pues sentía que tenían una deuda histórica con él.

En el 2009, luego de una campaña pública, el primer ministro británico, Gordon Brown, se disculpó públicamente en nombre de todo el gobierno por “la forma espantosa en que Turing había sido tratado”.

Por otro lado, en 2013, la reina Isabel II le concedió el perdón real por una sentencia que “ahora se consideraría injusta y discriminatoria”, según el ministro de Justicia, Chris Grayling, quien agregó que “el perdón de la reina es un tributo a la altura de un hombre excepcional”, finalizó su comunicado.

 Presentación de Alan Turing en el nuevo billete. Foto: El País<br>

Presentación de Alan Turing en el nuevo billete. Foto: El País

En 2017, se usó el término “ley Alan Turing” al referirse a una ley creada por Reino Unido que perdona a hombres condenados y podrían recibir indulto.

Dos años después, un programa de la BBC lo reconoció como la persona más grande del siglo XX. El 23 de junio de 2021, fecha que cumpliría 109 años, apareció en el billete de 50 libras del Banco de Inglaterra.

Finalmente, realizaron varias estatuas en memoria de Alan Turing, así como asignar su nombre a un premio anual por innovación en informática.