Al menos dos personas murieron hoy y otras 20 resultaron heridas en unas protestas que estallaron este miércoles en la ciudad de Nasiriya, en el sur de Irak, en rechazo a la condena a tres años de cárcel impuesta contra un activista iraquí que supuestamente criticó en redes sociales a líderes paramilitares del país.
Una fuente de la Policía iraquí, que pidió el anonimato, dijo a EFE que dos manifestantes murieron y otros 20 resultaron heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de la localidad, donde las autoridades han empleado gases lacrimógenos para dispersar las protestas.
El activista iraquí Hayder Finjan al-Zaidi. Foto: Twitter
Asimismo, mencionó que la mayoría de los manifestantes resultaron heridos por “asfixia”, mientras que añadió que también algunos miembros de las fuerzas de seguridad sufrieron lesiones, sin especificar la gravedad.
Por su parte, la ONG Observatorio Iraquí para los Derechos Humanos confirmó en Twitter la cifra de fallecidos y denunció que “las fuerzas de seguridad utilizaron balas reales contra los manifestantes”.
Estas protestas se producen en rechazo a una condena de tres años de cárcel impuesta contra el activista Hayder al Zaidi, de 20 años, por criticar en Twitter al poderoso comandante iraní Qasem Soleimaní, asesinado en Bagdad a principios de 2020 en un bombardeo selectivo de Estados Unidos.
PUEDES VER: Pedro Castillo disuelve el Congreso de La República: así informa la prensa internacional
La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que esta sentencia fue emitida en un intento de “suprimir las críticas pacíficas a las autoridades o actores armados” en la nación, mientras que recordó que el propio Hayder al Zaidi alegó que su cuenta de Twitter fue hackeada.
El presunto tuit, publicado el pasado junio, tachaba de “espía” a Soleimaní y a otros integrantes de la agrupación progubernamental armada Multitud Popular, un paraguas de milicias chiíes que fue originalmente creada para combatir al grupo terrorista Estado Islámico en 2014, pero que ha sido acusada también de asesinar a activistas y críticos.
Organizaciones de derechos humanos han responsabilizado también a estas milicias de asesinar a manifestantes durante la llamada revolución iraquí de 2019, que forzó la dimisión del Gobierno de ese momento y en la que se calcula que perecieron alrededor de 600 personas.