Cargando...
Mundo

El mundo entre la alarma climática y sed de energía

COP27. Jefes de Gobierno se reúnen en Egipto a fin de reunir esfuerzos para mitigar las consecuencias del cambio climático: pobreza, muerte, hambre y migraciones masivas.

larepublica.pe
Víctimas. A fines de octubre, las intensas lluvias causaron grandes inundaciones que afectaron los servicios básicos para miles de personas en Filipinas. Foto: AFP

La conferencia internacional sobre el cambio climático (COP27) se abre hoy en el balneario egipcio de Sharm el Sheij entre llamamientos de alarma contra el calentamiento del planeta y un gran nerviosismo por el desabastecimiento energético.

La COP es la gran cita anual de las Naciones Unidas para combatir el cambio climático.

Se conoce como Conferencia de las Partes, o COP, a la cumbre mundial del clima que se reúne cada año –con la excepción de 2020 por la pandemia de la COVID-19 – y que representa al órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), a través de los jefes de Estado y de Gobierno –o de sus ministros–, para intentar mitigar la crisis climática.

Egipto quiere que esta sea la “COP africana” para dar voz a los reclamos del continente: básicamente, más ayuda para la adaptación al impacto medioambiental del calentamiento global y medidas colaterales, como una condonación de la deuda externa.

Pero la guerra en Ucrania, la angustia europea ante la gran crisis del gas y el petróleo y las elecciones legislativas en Estados Unidos (8 de noviembre) amenazan con dominar, una vez más, una conferencia que reúne, hasta el 18 de noviembre, a prácticamente toda la comunidad internacional, casi 200 miembros.

Objetivos de la cumbre

Uno de los grandes retos de la cumbre será la articulación de un mecanismo de pérdidas y daños para compensar económicamente a los países más vulnerables por sus esfuerzos para mitigar el cambio climático mundial del que apenas son responsables por su escasa industrialización.

Peligroso panorama

La comunidad internacional se comprometió en la histórica COP21 de París (2015) a limitar el aumento de la temperatura media del planeta a un máximo de 2 ºC y, preferiblemente, a 1,5 ºC, de aquí a finales de siglo. En lugar de eso, el calentamiento global podría llegar a 2,8 ºC, según el último informe de la ONU.

Y las emisiones de gas de efecto invernadero vinculadas a la energía seguirán subiendo hasta alcanzar su pico en 2025, señaló la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Infografía La República/ AFP

El equipo de científicos ha advertido reiteradamente que no lograr la meta de París abocaría a la humanidad a un futuro con mucha más pobreza, muerte, hambre, migraciones masivas, enfermedades, inundaciones, sequías más prolongadas y fuertes, huracanes más frecuentes y virulentos, pérdida de biodiversidad y, en definitiva, al empeoramiento de las condiciones de vida para todas las especies. El mundo ya vive las consecuencias del cambio de ahí que se requiere la acción inmediata de los Gobiernos.

Grupos de activistas, en el marco de llamar a la acción de los Gobiernos en la COP27, irrumpieron en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, en Países Bajos, y ocuparon durante varias horas una plataforma para jets privados.

Activistas. En Ámsterdam exigen acción de los Gobiernos. Foto: AFP