Ben Wilson golpeó a su padre con un martillo para proteger a su madre. Tras aquel hecho, el hombre fue sentenciado a seis años de prisión después de que el juez tomara en cuenta las circunstancias del suceso y la provocación de su progenitor.
Wilson había sido testigo de los maltratos de su padre por casi una década en la casa familiar de Billingham, Reino Unido. Craig, el agresor, también había amenazado con suicidarse en reiteradas oportunidades mientras estaba borracho.
“Me sacrifiqué para salvar a mi mamá. Pensé que si tengo que ir a prisión por el resto de mi vida, por mi familia, lo haré”, dice Ben, de 30 años. No obstante, tenía 22 años cuando ocurrió el incidente.
PUEDES VER: El trágico final del único sobreviviente del caníbal Jeffrey Dahmer: se convirtió en asesino
“Tomé un martillo de mi bolsa de herramientas y subí. Él dijo ‘¿qué diablos estás haciendo, maldito?, ¿qué hay detrás de tu espalda?”, cuenta Ben. “No quería matarlo”, subraya.
En 2015, Ben fue encarcelado por lesiones corporales graves contra su padre, que quedó con daño cerebral. En ese entonces, más de 55.000 personas firmaron una petición para su liberación.
Se intentó una reconciliación cuando Ben estaba en prisión; sin embargo, su padre se suicidó antes de que lo liberaran. “Cuando regresé a mi celda, saqué el fregadero de la pared e inundé el lugar. Me volví loco de dolor”, relata.
“Arruinó gran parte de mi vida. Pero si no hubiera intervenido, ella (su madre) podría no estar aquí hoy”, resalta el joven. “No puedes despertarte pensando, ‘¿voy a morir hoy o mamá va a morir hoy?’ Estaba al límite”, recuerda.
“Mi papá era mi mejor amigo, pero cuando tomaba un trago, era el diablo. Antes de eso, tuve una infancia brillante. Nos iríamos de vacaciones a Turquía e Ibiza“, concluye el joven.