El sueño americano de un joven colombiano se vio truncado en la ciudad de Eanston, Pensilvania, Estados Unidos, donde murió ahogado luego que un remolino lo arrastrara por la corriente del río Delaware y lo terminara alejando de los demás.
Pese a que dos amigos intentaron ayudarlo, Juan Carlos Pardo se hundió y fue encontrado sin vida una hora después del fatal accidente. El colombiano había viajado hace 7 meses a EE. UU. para darle un mejor futuro para su hija, de 3 años, y una vida digna a sus padres.
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Lamentablemente, sus anhelos se vieron truncados a sus 25 años por la muerte. Los rescatistas que lo hallaron intentaron reanimarlo, pero lo declararon muerto antes de llegar al nosocomio, según reporta el medio Lehigh Valley Live.
“Estamos devastados con esta noticia, no tenemos palabras para tanto dolor que sentimos, pues nunca imaginamos como se siente que un hijo muera y más aún tan lejos”, escribió el padre de la víctima, Edgar Pardo. Asimismo, pide ayuda para repatriar el cuerpo de su hijo.
“Acudimos a tu buen corazón para que nos ayudes a reunir 7.000 dólares (algo así como 31 millones de dólares) que nos cobra la funeraria para repatriar el cuerpo”, expresó.
Respecto al accidente que terminó con la vida de Juan Carlos Pardo, medios de EE. UU. señalaron que: “lo que comenzó como un día de diversión en esta zona del río Delaware, en Easton, terminó en tragedia”.
“Cuando nos llamaron, había tres personas en el agua. Dos de ellas estaban en la superficie y fueron llevadas a la orilla. Estaban bien. La tercera persona no corrió con la misma suerte”, apuntó Stan Brown, subjefe de la Estación de Rescate Acuático 72 de Pensilvania.
Repatriar un cuerpo a Colombia desde el exterior puede costar entre 20 y 40 millones de pesos. Solo en casos excepcionales, la Cancillería brinda apoyo.