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El calvario de los inmigrantes que limpiaron la zona cero del 11-S y aún no son residentes

Miles de latinos “nunca dudaron” en realizar el duro trabajo de limpiar el área, sin saber que se exponían a sustancias químicas. Muchos murieron y otros aún sufren problemas de salud.

Los inmigrantes han esperado por años a que se someta un proyecto de ley en el Congreso que les brinde protección y les coloque en el camino hacia la ciudadanía. Foto: EFE
Los inmigrantes han esperado por años a que se someta un proyecto de ley en el Congreso que les brinde protección y les coloque en el camino hacia la ciudadanía. Foto: EFE

Un grupo de inmigrantes que trabajó en las labores de limpieza tras el atentado de las Torres Gemelas reclamó el último sábado en Nueva York que, por lo menos, se legalice su estatus migratorio, al haber pasado ya 21 años desde el atentado.

Esa regularización migratoria sería la mínima compensación por los problemas de salud que afrontan por aquel duro trabajo y que, en algunos casos, ha costado la vida de otros compañeros.

“Su salud se sigue agravando, y esta es una triste realidad con la que viven”, comentó a Efe, Rosa Bramble Caballero, trabajadora social clínica, especialista en traumas migratorios, que ayuda a un grupo de estos inmigrantes tanto profesionalmente como a través del grupo Nuestros Héroes, que ella fundó y dirige y que convocó hoy a una rueda de prensa.

Trabajos sin protección

Recordó que, tras el atentado terrorista de 2001, estos inmigrantes, en su mayoría latinos, “nunca dudaron” en realizar el duro trabajo de la limpieza de edificios comerciales y de vivienda, aunque no sabían que aquellas labores que realizaban envueltos en cenizas y polvo los exponían a la contaminación con sustancias químicas.

“Nunca les pidieron documentos” en aquellos momentos para hacer su trabajo, argumentó Bramble Caballero, venezolana, y agregó que muchos se enfermaron y regresaron a sus países, donde murieron, y otros se quedaron en EE. UU..

En las tareas de limpieza del lugar del atentado, estos inmigrantes trabajaron sin la protección adecuada o sin ninguna en absoluto y comían en el mismo lugar donde limpiaban, recordó la directora ejecutiva de Nuestros Héroes, que opera bajo Alianza Venezolana para el Apoyo de la Comunidad, que ayuda a los trabajadores, tanto en la lucha para alcanzar su reclamo como con fondos a través de donaciones.

El calvario de los inmigrantes que limpiaron la zona cero y aún no son residentes

Miles de inmigrantes realizaron los trabajos sin equipos de protección por lo que ahora sufren de enfermedades respiratorias, entre otras. Foto: AFP

Olvidados por el Congreso

Los inmigrantes han aguardado por años a que se someta un proyecto de ley en el Congreso que les brinde protección y les coloque en el camino hacia la ciudadanía. En 2017, el entonces congresista Joe Crowley presentó una propuesta en beneficio de socorristas y trabajadores de limpieza, pero nunca fue discutida en el Congreso, señaló la activista.

Tras perder Crowley las elecciones frente a Alexandria Ocasio Cortez, la nueva congresista prometió volver a presentar el proyecto y tras varias reuniones con sus representantes, aún no lo ha hecho, señaló Bramble Caballero, que estima que unos 2000 latinos trabajaron en las labores de limpieza.

Mientras tanto, inmigrantes como el peruano Franklin Anchahua, uno de los que extrajo escombros en los edificios, enfrenta problemas pulmonares que han reducido su capacidad para respirar, así como estomacales, unos problemas que los médicos han certificado como claramente vinculados con el trabajo en la llamada zona cero.

El calvario de los inmigrantes que limpiaron la zona cero y aún no son residentes

Franklin Anchahua enfrenta problemas pulmonares que han reducido su capacidad para respirar. Foto: Cedida

“Seguimos en la lucha, todos los años la misma burla”, afirmó a Efe y agregó que “tenía buena salud” cuando llegó de su país a Nueva York un año antes de los atentados.

Recordó que entre 2004 y 2005 comenzó sentirse enfermo con problemas del estómago y al igual que otros inmigrantes, tuvo temor de acudir a un hospital por su estatus migratorio, por lo que su madre le enviaba hierbas que usaban en su país.

Finalmente, en 2011 acudió a un hospital, donde recibe, desde entonces, asistencia médica bajo el programa creado para los afectados del 11-S, pero su salud no le permite trabajar.

Anchahua dice que sobrevive con los fondos de compensación a víctimas del 11-S que recibió hace cuatro años “pero ya se están acabando”.

Con información de EFE

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