Una niña de nueve años falleció tras una grave infección de piojos en la cabeza a finales de marzo. Su progenitora, de 38 años, y su abuela, de 64 años, continúan detenidas y acusadas por asesinato en primer grado. El caso, que sucedió en Arizona, Estados Unidos, se encuentra a la espera de una resolución final, informaron recientemente medios locales.
La madre, identificada como Sandra, le dijo a la policía que su hija sufría de anemia y había estado enferma desde mediados de marzo con síntomas que incluían fiebre, dolores de cabeza, dificultad para respirar, dolor de garganta y problemas para mantener el equilibrio. Sin embargo, testigos afirman que la madre se negó a que la menor sea tratada.
En una declaración jurada, la policía, comunicó que la madre admitió que su negligencia provocó la muerte de su hija y le dijo a un oficial que, “si hubiera buscado atención médica, probablemente todavía estaría viva (la menor)”. Asimismo, el novio de la progenitora le dijo que llevara a la niña al hospital, pero ella se negó, según The Daily Star. La abuela también sabía del estado de salud de su nieta, pero a pesar de ello no dio reporte a las autoridades sanitarias, informó el medio en mención.
Sandra recién llamó a los servicios de emergencia luego de que la infante quedara desvanecida en el suelo y posteriormente falleciera.
Los médicos, al llegar a su domicilio, hallaron a la menor tendida en el suelo sin reacción alguna. “Lo sorprendente fue que tenía una gran cantidad de insectos en la cara”, expresaron. Más tarde descubrieron que la niña presentaba un número desproporcionado de parásitos que procedían de su cabello.
“Luego de una inspección más cercana, se descubrió que había una enorme cantidad de piojos en su cabello”, comunicó el medio The Mirror.
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Según la autopsia, la causa de la muerte fue la anemia. No obstante, las autoridades indican que la desnutrición y la grave infección causada por los piojos contribuyeron al deceso de la menor.
Finalmente, las dos mujeres continúan detenidas desde finales de marzo. En tanto, las autoridades decidieron dejar a los dos hermanos de la víctima al cuidado de otros familiares porque también presentaban el mismo problema por la infestación de piojos.