La metrópolis china de Shanghái ha registrado en las últimas horas más de 23.000 nuevos contagios de coronavirus, lo que suma un total de 326.000 casos desde la eclosión, a principios de marzo, de un enorme brote de la variante ómicron que ha provocado el confinamiento de los 25 millones de habitantes de la ciudad.
Las autoridades sanitarias de la ciudad han confirmado que, de los últimos casos, un total de 13 fueron clasificados como “graves”; sin embargo, no tienen constancia de fallecidos.
La ciudad quedó completamente paralizada el 5 de abril, tras el fracaso de la cuarentena en dos fases a ambos lados del río Huangpu, Pudong y Puxi, en un cierre que ha provocado una grave escasez de alimentos y otros suministros esenciales, como han reconocido las propias autoridades chinas, sorprendidas por la agresividad de los contagios.
PUEDES VER: Los desgarradores gritos de habitantes tras 22 días de encierro por COVID-19 en Shanghai
De hecho, las nuevas infecciones diarias han seguido aumentando desde el cierre total, hasta batir 12 máximos diarios en las últimas dos semanas, siempre por encima de los 20.000 contagios al día.
Sin embargo, durante los últimos días, la ciudad parece estar registrando una recuperación de la actividad económica, según ha hecho saber el subdirector de la Comisión Municipal de Comercio de Shanghái, Liu Min.
En rueda de prensa, recogida por el South China Morning Post, Liu ha asegurado que las plataformas de comercio electrónico actualmente están restaurando operaciones y aumentando la capacidad de entrega.
PUEDES VER: Shanghái endurece confinamiento por brote de COVID-19: padres temen ser separados de sus hijos
Asimismo, han reabierto unas 779 instalaciones de almacenamiento cerca de barrios residenciales, lo que representa alrededor del 66% del total, y un 95,5% de los grandes centros de almacenamiento de la ciudad también han vuelto a estar operativos.
Liu también ha confirmado que el Gobierno chino ha relajado ciertas restricciones para permitir que los repartidores regresen al trabajo, y restablecer así la cadena de suministros a una población que la semana pasada estaba recurriendo incluso al trueque para intentar obtener alimentos y bienes de primera necesidad.