Una niña de dos años murió en la localidad de Tototlán, estado de Jalisco al oeste de México, luego de comer una galleta que estaba envenenada. Los últimos reportes de las investigaciones del caso, durante los recientes días, señalan que el alimento habría sido lanzado para su perro.
La menor estaba jugando cuando encontró la galleta que consumió. El alimento envenenado contenía una sustancia para exterminar ratas de campo.
Hasta el momento, no se conoce quién colocó el veneno; sin embargo, las autoridades sospechan que la intención era matar al perro “porque ladraba mucho”, consigna TV Azteca.
“Al parecer, ingirió una galleta con veneno. Se escucha la versión de que la echaron a su casa para que su perrito se envenenara, porque ladraba mucho. Me informaron que es fósforo de sodio, que es un raticida de efecto rápido, porque hay otro que mata ratones en mayor tiempo; pero este es fósforo de zinc, que fue lo que ingirió”, declaró el alcalde Juan Carlos Velázquez.
“Cuando llegó la mamá, lo hizo con la niña inconsciente. Tenía la boca morada y también las extremidades. Lo que hicimos fue retirarle fluidos de la boca, que tenía porque ya estaba inconsciente; y las trasladamos”, narra Wendoline Reyes, una de las paramédicos que atendió a la bebé.
Rápidamente, una ambulancia llevó a la pequeña a un centro médico de Ocotlán.
Durante el camino, “la pequeña cayó en paro y se le dieron unas maniobras de RCP, (que son para menores). De ahí, tuvo pulso, reaccionó. También, al llegar al hospital, cayó otra vez en paro, y los médicos de Ocotlán fueron los que ayudaron a mantenerla estable, pero grave”, relató el paramédico Fabián Alcaraz.
Tras dos días de lucha, la infante murió. Sus restos fueron llevados al panteón municipal.
Ciudadanos, activistas e influencers también se han pronunciado en sus cuentas de redes sociales para pedir que el caso no quede impune y se castigue a la persona que arrojó la galleta.
La Fiscalía de Jalisco ha abierto una carpeta de investigación, aunque todavía no hay datos de los responsables.