Luigi Cossellu, un joven antivacunas de Italia, murió el viernes 21 de enero a causa de la COVID-19, tras arrancarse la mascarilla de oxígeno e insistir en que no tenía la enfermedad. El fallecido era tratado en un hospital de su región, reportaron medios locales
El hombre, que fue ingresado el pasado 16 de enero, negaba la existencia del coronavirus y, prueba de su convencimiento, no estaba de acuerdo con la vacuna contra el virus.
Los médicos que lo atendieron, del Hospital Santa María Goretti de Roma, lo trasladaron a una sala de cuidados intensivos debido a una insuficiencia respiratoria agudaal comprobar su grave estado de salud.
Sin embargo, Cossellu rechazó el tratamiento y se arrancó la mascarilla de oxígeno. Los galenos pudieron convencerlo para que se la volviera a poner, reportó Silvia Cavalli, directora general del centro de salud, a Italy24news.
A pesar de ello, su cooperación fue demasiado tardía. Debido a una embolia pulmonar causada por el SARS-CoV-2, sucumbió a la enfermedad en su quinto día en el hospital.
El padre de Cossellu, de 55 años, que también tiene una postura antivacunas y “no vacunado”, se encuentra hospitalizado en el mismo hospital donde murió su hijo. Su estado es grave y está intubado, según la agencia de noticias italiana Ansa.
Italia superó los 10 millones de contagiados desde que comenzó la pandemia, en febrero de 2020, a tenor de los últimos datos comunicados, este 25 de enero, por el Ministerio de Sanidad y días después de que el total de víctimas mortales por el coronavirus superase las 143.000.