La Agencia de Seguridad de Salud del Reino Unido (UKHSA) comunicó el 6 de enero que un hombre del suroeste de Inglaterra contrajo la gripe aviar tras estar en contacto con un gran número de aves infectadas.
El sujeto, identificado como Alan Gosling, confesó a medios británicos que se siente devastado porque sus patos fueron sacrificados. Sin embargo, afirmó que no se siente enfermo.
Gosling, padre de tres hijos, contrajo la gripe aviar tras cuidar una bandada de patos salvajes en su casa en Buckfastleigh, Devon.
Al hombre, de 79 años, se le ordenó que se hiciera una prueba de detección de la enfermedad después de que una bandada de 160 patos locales dieron positivo y fueron sacrificados durante la semana pasada, incluidos 20 que vivían en su casa.
Los patos criollos originalmente vivían en un área pública cerca de la vivienda de Gosling. Él, gran amante de la especie, comenzó a alimentarlos y finalmente se encariñó con ellos por varios años y accedió a llevarlos a su propiedad.
El hombre ha descrito las últimas dos semanas como como una “pesadilla” y, aunque se siente bien físicamente, dijo que estaba destrozado por vivir ahora sin sus preciados patos.
“Yo también estoy muy bien; solo estoy molesto por lo que les pasó a los patos. Había estado con ellos durante más de 20 años, así que es una gran pérdida (...) Eran mi familia, eran mi vida”, expresó el exconductor de trenes.
El caso de Alan Gosling ha sido detectado después de que la Agencia de Sanidad Animal y Vegetal (APHA) identificara un brote de la cepa H5N1 de la gripe aviar en un grupo de aves.
El organismo detalló que todas las aves infectadas han sido sacrificadas. Además, precisó que se trata del primer caso humano de esta cepa en Reino Unido, aunque ha habido casos en otros lugares del mundo.
Durante el último diciembre, en Reino Unido fueron sacrificadas 500.000 aves cautivas por un brote de gripe aviar, de acuerdo a un informe del secretario de Medio Ambiente, George Eustice.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la oleada de gripe aviar en Asia y Europa presentaba un mayor riesgo de contagio a los seres humanos debido al elevado número de variantes.
Los brotes anteriores que han provocado el sacrificio de decenas de millones de aves y restricciones comerciales mantienen en alerta a los gobiernos y a la industria avícola.