Unos 3.000 pasajeros, en su mayoría alemanes, vieron interrumpido este lunes 3 de enero su crucero con destino a las Islas Canarias después de que un brote de COVID-19 les obligó a desembarcar en Lisboa, según las autoridades portuguesas.
Los primeros pasajeros que dieron positivo en el “AIDAnova”, de fabricación alemana, fueron trasladados a un autobús con destino al aeropuerto de Lisboa antes del amanecer, informó el jefe de la policía marítima de Lisboa, Diogo Vieira Branco.
El resto de los pasajeros será trasladado al final de la tarde, añadió.
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El crucero, con 2.844 pasajeros y 1.353 miembros de la tripulación (tiene capacidad para 5.200 personas), atracó en Lisboa tras llegar desde el puerto de La Coruña, en el noroeste de España.
Estaba previsto que llegara a las españolas Islas Canarias después de pasar por la isla portuguesa de Madeira.
Tras la aparición de los primeros casos de contagio el miércoles, el operador AIDA Cruises Sunday decidió suspender el viaje por “la seguridad y la salud de sus huéspedes y de la tripulación”, dijo un portavoz a la AFP.
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Aunque ha recalcado que la decisión tomada no es por motivos sanitarios, sino comerciales, esta medida la han comunicado después de que se hayan registrado 68 nuevos casos de coronavirus en el barco en las últimas horas, todos ellos asintomáticos o con síntomas leves.
Según el jefe de la policía marítima de Lisboa, las personas contagiadas son asintomáticas o tienen síntomas leves. La mayoría está realizando una cuarentena en hoteles de Lisboa, detalló.
Los pasajeros serán devueltos a sus países de origen después de que la compañía haya decidido no seguir adelante con el recorrido.
Con información de EFE y AFP.