Cuando la boxeadora Ingrit Valencia regresó a su Colombia natal, luego de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se encontró con que tenía que desalojar, por decisión de un juez, la casa por la cual ya había pagado un adelanto de 150 millones de pesos (unos 40.000 dólares) en la ciudad de Ibagué (centro).
Este jueves, poco más de un mes después de haber dejado su casa, la medallista de bronce en el peso mosca de los Olímpicos de Río 2016 recuperó parte de la esperanza que se llevó el estafador al recibir una donación de 150 millones de pesos gracias a la campaña “Ayudar nos hace bien”, liderada por la primera dama de Colombia, María Juliana Ruiz.
“Sé que esto es una llave para seguir abriendo más caminos, tanto en mi vida profesional como deportiva. Espero seguir representando a mi país de la mejor manera posible por medio del deporte y enseñarles a más mujeres que tenemos la capacidad de salir adelante en unión y en solidaridad”, expresó Valencia, emocionada.
El cheque con el que la deportista de 33 años podrá retomar su sueño fue entregado, además de Ruiz, por la Fundación Solidaridad por Colombia; las constructoras Amarilo, Bolívar, Marval, Prodesa, Ingeurbe y Gerenciar, así como el Ministerio del Deporte.
“Queda probado que, cuando nos unimos en una causa común, de corazón y cuando sumamos generosidades y buenas voluntades, el resultado es exitoso no solamente para el que recibe ese beneficio directo, sino para todos los que están a su alrededor”, dijo la primera dama.
La boxeadora había comprado una casa que supuestamente estaba en remate pero que, en realidad, ya había sido vendida a otra persona, según denunció a finales de agosto tras haber participado en el boxeo de Tokio 2020, donde fue eliminada en los cuartos de final del peso mosca por la japonesa Tsukimi Namiki.
“El señor que compró la casa la compro legal, tiene todos los documentos al día y está reclamando su casa, pues —al igual que yo— él también reclama sus derechos”, afirmó entonces la boxeadora a medios locales.
Así, la deportista desalojó el inmueble a principios de septiembre y, a pesar de la buena voluntad de la bicampeona olímpica de BMX Mariana Pajón, que incluso lideró una campaña por redes sociales para recolectar dinero que no tuvo mucho éxito, perdió todo por lo que había luchado.
“Con todas las medallas que he obtenido durante todo el ciclo desde Río 2016 para acá, tuve la oportunidad de ahorrar para comprarme una casa”, expresó a la emisora W Radio en agosto.
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El último 2 de octubre, la Fiscalía detuvo y envió a prisión a Dairo Arias Carvajal, el hombre que, al parecer, estafó a Valencia y, según se logró determinar, para engañar a sus víctimas se hacía pasar como funcionario de varias entidades.
Arias fue imputado por el delito de estafa agravada, cargo que no fue aceptado.
Durante el allanamiento fueron hallados documentos de la vivienda que “mediante engaños, Arias le vendió a Valencia, así como papelería de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), letras de cambio firmadas y otras sin diligenciar”, entre otros.