El último miércoles, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, autorizó el empleo de una tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer en la población mayor de 65 años, que es considerada de alto riesgo de exposición al virus y de padecer complicaciones graves de la enfermedad.
A través de un comunicado, el ente regulador de la comercialización y aplicación de los fármacos en EE. UU. señaló que “modificó la autorización de uso de emergencia para la vacuna COVID-19 de Pfizer-BioNTech, a fin de permitir el uso de una única dosis de refuerzo, que debe administrarse al menos seis meses después de completar la serie primaria”.
Así, los autorizados para esta tercera dosis son “individuos de 65 años o más personas de 18 a 64 años de edad con alto riesgo de padecer COVID-19 grave; y personas de 18 a 64 años de edad, cuya exposición institucional o laboral frecuente al SARS-CoV-2 les hace correr un alto riesgo de sufrir complicaciones graves de COVID-19, incluida la COVID-19 grave”.
“La acción de hoy demuestra que la ciencia y los datos actualmente disponibles siguen guiando la toma de decisiones de la FDA para las vacunas contra la COVID-19 durante esta pandemia”, expresó Janet Woodcock, jefa en funciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos.
Se espera que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informen acerca de quiénes y cuándo deben recibir el tercer refuerzo.
Después de semanas de irresolución, la FDA llegó a la decisión en pleno debate global sobre la necesidad de administrar una tercera dosis a la población estadounidense mientras otros países padecen una escasez de vacunas y una gran parte de la población se niega a vacunarse.
En un reciente estudio publicado en la revista The Lancet, Ana María Henao-Restrepo, jefa de investigación de la OMS, advierte que, aun si una tercera dosis brindara un beneficio para los ya vacunados, concentrarse en inmunizar a los no vacunados brindaría un bienestar colectivo.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos llegaron a un acuerdo con el que buscan “vacunar al mundo” y conseguir que el 70% de la población mundial esté inmunizada para 2022 a través de la expansión de los fármacos, la mejora de la coordinación en la entrega y la eliminación de los “cuellos de botella en las cadenas de suministro”.
Así lo anunciaron desde la Casa Blanca y desde Bruselas, tras precisar que “acabar con la pandemia del coronavirus a través de la cooperación mundial” sigue siendo su prioridad. “Es vital que persigamos agresivamente una agenda para vacunar al mundo”, ya que “la vacunación es la respuesta más eficaz a la pandemia”, indicaron.
En el marco de un diálogo regular sobre la cadena de suministro de vacunas, dirigido por el comisario europeo para el Mercado Interior, Thierry Breton, y el coordinador de la respuesta COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, Estados Unidos y la UE colaboraron “estrechamente”, a la vez que aumentaron “con éxito la producción” de vacunas, convirtiéndose en “líderes mundiales”.