La histórica Convención Constituyente de Chile tardó pero logró sesionar el miércoles 7 de julio tras suspensiones por fallos técnicos y falta de protocolos sanitarios. Con el camino andado, expertas residentes en la nación vecina abordaron la implicancia regional.
La República consultó con tres integrantes de la Red de Politólogas para saber qué consecuencias puede dejar para el resto de América Latina y cuál puede ser el legado de este órgano, que tendrá listo máximo en julio de 2022 un proyecto constitucional para Chile.
Varios líderes y lideresas de la región se han expresado en favor de la Convención Constituyente, especialmente desde la designación de la doctora en Lingüística y representante de la comunidad mapuche, Elisa Loncón.
“Chile se suma a una tendencia latinoamericana que ya existe en otros países, a la cual Chile llega tarde y adeuda ese reconocimiento de sus pueblos originarios”, estimó la doctora en Ciencia Política de la la Pontificia Universidad Católica de Chile, Federica Sánchez.
Valoró como positivo el nombramiento de Loncón, originaria de la comunidad mapuche Lefweluan, así como han hecho diversas figuras de la región andina. Una zona donde Sánchez opinó que ya han experimentado un resurgir identitario.
“Perú, Bolivia y Ecuador marcaron el camino en este despertar de los pueblos originarios en la política en América Latina”, subrayó Sánchez.
El expresidente boliviano Evo Morales, quien impulsó un cambio constitucional para formar en Bolivia un Estado plurinacional, se pronunció al respecto el pasado 7 de junio, un día después de la segunda vuelta en Perú que dejó a Pedro Castillo como virtual mandatario.
En ese momento tuiteó que “comienza a surgir en la región” una América plurinacional “incompatible con el capitalismo e imperialismo”. En su tradicional retórica contra Washington, sostuvo que este cambio “responde a la doctrina de América para los americanos ya que Latinoamérica no es patio trasero de Estados Unidos”.
Pedro Castillo fue uno de los que celebró la designación de Elisa Loncón. Foto: @PedroCastilloTe/Twitter
“Es América plurinacional de los pueblos para los pueblos”, añadió Morales en ese momento. Un discurso que han reiterado otros exponentes de la izquierda latinoamericana.
Consultado sobre esto la coordinadora del Grupo de Investigación Interdisciplinaria en Derechos Humanos y Democracia de la Universidad de Concepción, Jeanne Simon, lo consideró factible, pero prematuro para asegurarlo.
“Existe posibilidad de que se abra paso a una América plurinacional”, afirmó la profesora de ciencia política. Empero matizó que “es difícil decir qué puede legar esta convención, quizás lo más importante es su configuración paritaria entre hombres y mujeres como algo novedoso en el mundo”.
Simon calificó como “un triunfo del feminismo en Chile la configuración paritaria”, que junto a los escaños asegurados para los pueblos originarios son hechos inéditos.
“El movimiento feminista en Chile tiene mucho poder, está muy organizado. La Convención Constituyente es paritaria porque el movimiento feminista así lo buscó, lo peleó y lo luchó hasta que se garantizó paridad en las candidaturas y en los resultados”, resaltó Sánchez.
Datos clave de la actual Carta Magna de Chile y etapas del proceso de reforma constitucional. Infografía: AFP
En ese sentido, este diario conversó hace semanas con Marcos Barraza, uno de los 155 representantes (78 hombres y 77 mujeres) que ingresó al órgano por corrección de resultado para garantizar la equivalencia. Fue Natalia Aravena quien había alcanzado el lugar en las urnas.
Por su parte, la doctora en Ciencias Políticas y Sociales, Cecilia Osorio Gonnet, opinó que “puede ser evaluado como triunfo del feminismo, pero mayormente si la Constitución se enfoca en la equidad de género”.
“Es significativo, pero queda todavía mucho camino por recorrer”, expresó Osorio Gonnet, quien destacó “la incorporación de sectores que han estado históricamente excluidos o representados de manera minoritaria dentro de la institucionalidad vigente”.
Tendrán nueve meses para presentar una propuesta que reemplace la actual Carta Magna, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Si es el caso, podrían pedir una prórroga de tres meses, antes de que la ciudadanía lo apruebe o rechace en plebiscito.
“Está por verse si habrá implicancias para el resto de la región. El punto clave es que establezcamos en la Constitución un espacio de políticas públicas y garantías que aseguren estos derechos y lo que allí se señala”, exhortó Osorio Gonnet.
Inclusive Simon precisó que este tipo de formato utilizado en Chile para la Convención Constituyente no necesariamente puede repetirse en otros países, especialmente desde el punto de vista electoral.
“No es claro si podemos lograr utilizar este tipo de mecanismos en otras elecciones, considerando el predominio que tienen los partidos políticos tradicionales”, señaló la doctora estadounidense, quien vive hace más de 20 años en Chile.
En otras ocasiones especialistas han declarado que faltan esperar meses para saber si habrán “grandes cambios” en Chile y su posible influencia ulterior en sus vecinos, incluido Perú.