El economista peruano Luis Carranza dejó en abril pasado su cargo como presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina, reconocido como Corporación Andina de Fomento (CAF), pero persiste una rémora de su gestión. En Venezuela la oposición a Nicolás Maduro denuncia su quehacer al frente del organismo.
“La CAF aprobó dos créditos al Banco Central de Venezuela (BCV) para que pagara los intereses de la República a la CAF y evitara que esta cayera en cesación de pagos”, precisó el exdiputado venezolano Angel Alvarado, quien formó parte de la Comisión de Finanzas del Parlamento.
Tanto Alvarado como Freddy Superlano, legisladores de la Asamblea Nacional (AN) de 2016 a 2021, atendieron a este diario sobre el accionar de Carranza, exministro de Economía y Finanzas que integra el equipo técnico de la candidata presidencial, Keiko Fujimori.
Alvarado señaló que en “la CAF querían evitar que disminuyera su récord crediticio”, en plena crisis económica y financiera de Venezuela con un Maduro deslegitimado. “Les dije que igual iban a caer, (pero) prefirieron maquillar el balance”.
“La labor de Carranza fue irresponsable (...) si solo se limitaba a dar el dinero y más allá de las denuncias que se hacían no tomó correctivos e incluso pensó en prestarles más, creo que no tiene compromiso ni con la entidad financiera ni con las democracias en el mundo ni nada que se le parezca”, sentenció Superlano.
Ficha país de Venezuela con los principales datos socioeconómicos hasta finales de 2020. Infografía: AFP
En 2019 Juan Guaidó fue reconocido por decenas de países como presidente encargado de Venezuela y poco a poco Maduro perdió opciones de financiamiento, en plena caída del PBI (producto bruto interno) venezolano tras el desplome del precio del barril de petróleo.
La República accedió a una carta enviada por Alvarado al Comité de Ética de la CAF en enero de 2019 por “haber reiterado el otorgamiento de préstamos al Banco Central de Venezuela, en violación evidente al derecho interno de ese país y con motivos que caben calificar de fraudulentos”.
En la misiva se detallan los desembolsos: en diciembre de 2017 el ente aprobó una línea por hasta 400 millones de dólares al BCV “con el objetivo de brindar apoyo macroeconómico y mitigar riesgos de liquidez en el manejo de pasivos, contribuyendo a su vez a garantizar la estabilidad de importaciones en el país”.
En 2018 las importaciones en Venezuela se ubicaron en 11.710 millones de dólares y al año siguiente pasaron a 5.870, un período en el cual Maduro recrudeció su mensaje de culpabilidad de las sanciones occidentales por la crisis de su país.
Parte de la misiva del exdiputado Alvarado. Foto: captura de pantalla
En diciembre de 2018, el directorio de la CAF otorgó una nueva línea de hasta 500 millones de dólares como parte de su “apoyo a sus países miembros en la gestión macroeconómica, en este caso a través de una institución autónoma como el BCV, con el propósito de contribuir a la estabilidad económica regional”.
En ambos casos la AN cuestionó la decisión por considerar que ni Venezuela ni el BCV “pueden recibir financiamiento debido a la sistemática violación de las normas constitucionales y legales que rigen al presupuesto público y a la actuación” del ente monetario.
La supuesta autonomía del BCV también fue objetada en el Parlamento venezolano, que por ley debe designar al presidente del Banco Central, pero en esa ocasión la realizó la Asamblea Nacional Constituyente impulsada por Maduro y desconocida por parte de la comunidad internacional.
“Además, debido al desconocimiento de las competencias de la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, primero, y luego la ilegítima asamblea constituyente, han usurpado la función constitucional exclusiva de la Asamblea Nacional de autorizar mediante ley el presupuesto y el límite de endeudamiento”, escribió Alvarado.
Superlano, quien presidió la Comisión de Contraloría de la AN, fue preguntado si Carranza apoyó a Maduro cuando más lo necesitó con millonarios créditos y su respuesta a este medio fue tajante: “Sin duda alguna”.
“Cuando más lo necesitó, ahí estaba este señor para lanzar un salvavidas y si no es por nosotros que hacemos ese ruido en 2018, seguramente le fuese soltado los 700 millones de dólares más que estaba pidiendo Maduro”, aseguró el exparlamentario.
Luis Carranza fue recibido en 2018 en el Palacio de Miraflores por Nicolás Maduro. Foto: captura de Twitter
Aunque desde la oposición venezolana no manejan información de que esta trama esté ligada a Odebrecht y tampoco califican a Carranza de “colaborador” del cuestionado presidente venezolano, deploraron que no haya dado más aclaraciones al respecto.
La carta de Alvarado no fue respondida por ninguna persona de la Corporación Andina de Fomento. Mientras que tampoco fue contestada la solicitud de asistencia a la Asamblea Nacional.
“En su momento, en nuestra comisión hicimos una observación a Carranza y lo llamamos a comparecer ante la AN, porque nos parece indebido que se le fuese aprobar más créditos a Nicolás, sobre todo en el sector eléctrico, cuando estas obras estaban inconclusas, mal hechas o no habían iniciado”, dijo Superlano.
Carranza declaró esta semana a Radio Nacional que “nunca se le dio nada al Gobierno venezolano”.
La confirmación de la CAF a la línea de liquidez para Venezuela. Foto: captura de pantalla
“El Gobierno de Maduro pidió plata a la CAF, pero mi compromiso con la Asamblea Nacional del señor Guaidó era que si ellos no aprobaban esos créditos, no se iba a desembolsar nada para Venezuela y eso lo cumplimos”, añadió.
Venezuela, otrora potencia petrolera, es la octava nación en reservas de gas natural en todo el mundo y llegó a padecer un colapso del sistema eléctrico. Solo entre enero y julio de 2020 hubo 48.659 apagones, de acuerdo a informes de organismos locales.
“Queríamos conocer de él (Carranza) cuáles fueron los criterios para darle el dinero, ellos se negaban a acudir aludiendo una serie de cosas”, puntualizó Superlano. “Estos recursos fueron en beneficio de una cúpula gobernante”.
Alvarado, fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas, señaló que el objetivo de la primera línea de crédito no se cumplió, “pues lejos de estabilizarse, las variables macroeconómicas venezolanas continúan en franco deterioro”.
Por lo tanto, lo calificó de “irracional” e inclusive consideró que existen indicios a un posible fraude cometido con la intención de ocultar el incumplimiento de Venezuela.