El líder opositor venezolano Juan Guaidó acusó este viernes 9 de abril al Gobierno de mentir sobre la falta de vacunas contra el coronavirus en el país, que (aseguró) “no tiene que ver con ninguna sanción”.
“La responsabilidad es absolutamente de Nicolás Maduro que no haya vacunas”, expresó Guaidó.
“Decían que habían comprado 10 millones de vacunas (rusas Sputnik V), ¿dónde están los 10 millones de vacunas?”, manifestó el opositor, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de naciones, incluido Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, declaró el último miércoles, en una entrevista con la AFP, que, sin las sanciones, las autoridades habrían “comprado hace tres meses los 30 millones de vacunas que le hacen falta al país”. Precisó que las vacunas rusas se pagan por cuotas. Sin embargo, Guaidó aseveró que la escasez de vacunas “no tiene que ver con ninguna sanción”.
El líder opositor inició gestiones en marzo para liberar 30 millones de dólares de fondos venezolanos bloqueados en el exterior, como parte de estas sanciones, para entrar al mecanismo Covax, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar un reparto equitativo de los inmunizantes.
El país caribeño comenzó en marzo su campaña de vacunación con las rusas Sputnik V y la del laboratorio chino Sinopharm. Hasta la fecha, el Estado ha recibido menos de un millón de dosis.
Venezuela, con 30 millones de habitantes, enfrenta una segunda ola de COVID-19, la cual las autoridades la tachan de “más virulenta” y vinculan a variantes brasileñas.
Suma poco más de 170.000 casos, incluidos 20.000 en marzo, y unas 1.700 muertes, según cifras oficiales, que son cuestionadas por la oposición y las ONG que sostiene que hay un subregistro.
“Las cifras de la dictadura están completamente equivocadas”, indicó Guaidó en una rueda de prensa, la cual fue su primera aparición tras contraer el virus en medio del “pico más doloroso de la epidemia”.
Y “no es solo el coronavirus, ser pacientes oncológicos, tener problemas renales, una enfermedad crónica es desgraciadamente una sentencia de muerte”, sentenció.