El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, intentó sabotear las medidas sanitarias para frenar la propagación de la COVID-19 en su país. Así lo denunció este miércoles 13 la ONG Human Rights Watch en su informe anual.
Brasil es el segundo país más enlutado por la pandemia, con más de 204.600 muertos y 8,1 millones de contagios, solo por detrás de Estados Unidos.
HRW aseguró que Bolsonaro “intentó sabotear las medidas de salud pública” destinadas a contener el virus, pero se encontró con la oposición del “Tribunal Supremo Federal, el Congreso y los gobernadores, que implementaron políticas para proteger a los brasileños”.
En su informe, la organización desgranó las iniciativas del mandatario de ultraderecha para minimizar los estragos de la pandemia, desde negarse a adoptar medidas para protegerse y a quienes lo rodean hasta difundir “información equivocada” e intentar “impedir que los estados impusieran normas de distanciamiento social”.
También recordó que Bolsonaro despidió a su ministro de Salud por defender las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que quien lo remplazó renunció por discrepar con él en su apoyo a un medicamento no comprobado para tratar la enfermedad.
HRW indicó que los brasileños afrodescendientes tienen mayor probabilidad de sufrir síntomas indicativos de la COVID-19 y de morir en un hospital que los miembros de otros grupos raciales, ya que, según los expertos, la tasa de empleo informal es superior en esta población, lo que impide que puedan trabajar desde casa.
“Las comunidades indígenas son particularmente vulnerables a las complicaciones derivadas del coronavirus debido al deficiente acceso a los servicios sanitarios la prevalencia de enfermedades respiratorias”, advirtió la ONG.
A su vez, recordó que el Congreso brasileño aprobó en junio un proyecto de ley que obligaba al Gobierno a brindar servicios sanitarios de emergencia y otros tipos de asistencia para ayudar a que los pueblos indígenas hicieran frente a la pandemia, un proyecto que Bolsonaro vetó parcialmente. La entidad luego anuló la medida del mandatario.
En este sentido, HRW rememoró que el Tribunal Supremo Federal ordenó al Gobierno de Bolsonaro que elaborará “un plan para luchar contra la propagación de la COVID-19 en territorios indígenas”.
La organización hizo hincapié en la situación de las prisiones y los centros de detención juvenil en el país. “El hacinamiento, la mala ventilación y los servicios de salud inadecuados generan condiciones muy propicias para brotes de la enfermedad”, precisó.