Alemania pasó la primera ola de COVID-19 e incluso la segunda con mejor rendimiento que sus vecinos europeos, pero ahora afronta una realidad opuesta. Solo en las últimas 24 horas contabilizó más de 30.000 infectados, su cifra más alta durante la pandemia.
Con 341 casos por 100.000 habitantes en 14 días la incidencia en Alemania es mayor que la de Francia (236) y España (218), de acuerdo al Centro Europeo para el Control de Enfermedades, refirió el diario El País. Aunque por encima aparecen Italia (428) y Reino Unido (348).
Ambos países sufrieron con vehemencia por el brote de coronavirus, aunque en su momento Alemania, con la canciller Angela Merkel a la cabeza, fue resaltada por la gestión de contención. Ahora, sin embargo, por récord de casos se han visto obligados al cierre de negocios y escuelas.
El Instituto Robert Koch de virología considera que, entre otras cosas, la actual situación se debe a que las autoridades no cerraron el país antes, especialmente hace más de un mes cuando comenzó el crecimiento exponencial.
“Actuaron tarde, llevamos semanas avisando”, afirmó Clemens Wendtner, jefe médico del hospital Schwabing de Múnich. “La situación es realmente peligrosa ahora. No diría que está fuera de control, pero es tensa”.
El presidente de la Asociación de Mutuas Alemanas, Andreas Gassen, declaró a la red de medios Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND) que este nuevo cierre de locales no tendrá el impacto esperado.
“Parto de la base de que hasta el 10 de enero no lograremos un descenso relevante de la tasa de contagios y menos aún del número de muertos”, pronosticó citado por la agencia EFE.
Gráfico que muestra los casos y muertos diarios por el coronavirus registrados en Alemania según datos oficiales hasta el 16 de diciembre. Infografía: AFP
En vez de un confinamiento duro, pidió proteger mejor a los grupos de riesgo, como los que están en residencias de ancianos, así como incrementar la frecuencia del transporte público con más autobuses y trenes para evitar grandes flujos de gente y subvencionar los viajes en taxi para estas personas.
En las últimas semanas incluso han tenido que trasladar en helicópteros a pacientes a otros hospitales de Múnich, región que tiene el 96% de las camas de cuidados intensivos ocupadas (25% por pacientes con coronavirus).
“El problema es que las medidas adoptadas en octubre fueron muy suaves. A final de verano, hubo políticos que creyeron incluso que la segunda ola no iba a golpear en Alemania, pero en septiembre ya sabíamos que iba a haber un crecimiento exponencial”, agregó Wendtner.
Un panorama tan dramático que llevó a Merkel a expresar, solloza, que si “esta es la última Navidad con nuestros abuelos, hicimos algo mal”.