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¿Por qué China ha comenzado una ‘cacería de brujas’ contra periodistas independientes?

El régimen de Xi Jinping es acusado de “amenazar” y “acosar” a periodistas. En los últimos dos meses se detuvo a una reportera australiana y se sacó del país a otros dos.

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La MEAA dice que China con su reciente Ley de Seguridad Nacional “ataca la libertad de prensa y pone en riesgo a los periodistas extranjeros”. Foto: Composición / EFE – AP

El temor a ser acusados de atentar contra la “seguridad nacional” en China, como lo ocurrido con su compañera Cheng Lei, llevó a dos periodistas australianos a abandonar el país este lunes 7 de septiembre, luego de refugiarse durante varios días en su embajada en Pekín.

Cheng Lei trabajaba como presentadora para la cadena de televisión pública china CGTN, hasta que el Gobierno chino la detuvo en agosto por ser “sospechosa de actos criminales que ponen en peligro la seguridad nacional”, dijo el portavoz, Zhao Lijian. Una acción que deteriora aún más las relaciones entre China y Australia.

Cheng Lei trabajaba como presentadora para la cadena de televisión pública china CGTN. Foto: AFP

Por su parte, antes de irse de China, Bill Birtles, corresponsal en Beijing de la cadena de televisión ABC, y Michael Smith, corresponsal en Shanghái de la Australian Financial Review (AFR), fueron interrogados y se sintieron “presionados” por la Policía, que luego les permitió su salida.

“Mientras los periodistas extranjeros respeten la ley (…) no tienen razones para preocuparse”, mencionó el vocero de la diplomacia china.

Una vez que el periodista Birtles pisó suelo australiano comentó. “Es muy decepcionante tener que salir bajo estas circunstancias, pero es un alivio estar de vuelta en un país con un verdadero estado de derecho”.

Michael Smith y Bill Birtles. Foto: Infobae

China acusó de calumnia a Australia

El 30 de junio de 2019, Chun Han Wong, un periodista del diario estadounidense The Wall Street Journal, publicó junto a otro reportero, Philip Wen, un artículo en el que indicaba que las autoridades de Australia examinaban los negocios de Ming Chai, un empresario de 61 años, de origen chino con nacionalidad australiana y primo de Xi, por presunto lavado de dinero y participación en delincuencia organizada.

En ese entonces, el Ministerio de Exteriores en Pekín calificó a las acusaciones “sin fundamento” y pensadas para “calumniar a China”.

Las tensiones entre ambos países han llegado a un punto sin retorno desde que la capital de Australia, Canberra, impulsó una investigación internacional sobre el origen de la COVID-19. “Se trata del peor momento en las relaciones de la prensa extranjero con Beijing en casi 50 años”, sostuvo Marcus Strom, presidente de la Alianza Australiana de Medios y Entretenimiento (MEAA).

Las relaciones entre Pekín y Canberra atraviesan momentos de tensión. Foto: AFP

Las represalias por parte de China no se hicieron esperar, ya que desde que Xi Jinping tomó el poder en el 2013, decenas de periodistas extranjeros han sido expulsados del país asiático al anular sus carnés de prensa, según el Club de los Corresponsales Extranjeros en China (FCCC).

En febrero de 2020, China ordenó a tres reporteros de The Wall Street Journal que abandonaran el país por lo que Beijing consideró un titular racista, incluido al periodista australiano Phillip Wen. En marzo, 14 periodistas estadounidenses también tuvieron que irse, y en mayo, el corresponsal del New York Times, Chris Buckle, fue expulsado.

Rechazo de los Estados Unidos

17 periodistas en total han sido expulsados de Beijing durante el primer semestre de 2020. Esta situación provocó que Estados Unidos acusara este martes a China de “amenazar” y “acosar” a corresponsales extranjeros después de que se negara a renovar las acreditaciones de medios de comunicación estadounidenses.

“Desde hace décadas, China amenaza, acosa y expulsa a periodistas estadounidenses y extranjeros”, criticó Morgan Ortagus, portavoz del departamento de Estado estadounidense.

Al menos cinco corresponsales extranjeros de cuatro medios estadounidenses (incluido el diario Wall Stree Journal, la televisión CNN y la agencia Bloomberg) no pudieron renovar su carnet de prensa; no obstante, les dieron cartas oficiales que les permiten vivir y trabajar en China, pero pueden ser expulsados en cualquier momento.

Las dos superpotencias se han enfrascado en una lucha donde Washington (EE. UU.) solo otorga acreditaciones con una duración de 90 días a los periodistas chinos en territorio estadounidense, mientras que Beijing (China) se niega a renovar los visados a corresponsales estadounidenses.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos y Xi Jinping, mandatario de China. Foto: AFP

MEAA y FIP unidos por la defensa de los periodistas en China

El presidente federal de La Alianza de Medios, Entretenimiento y Artes (MEAA), Marcus Strom, señaló que China con su reciente Ley de Seguridad Nacional “ataca la libertad de prensa y ponen en riesgo a cualquier corresponsal extranjero que informe desde ese país”.

Por su parte, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) mostró su preocupación: “Lo que estamos presenciando es el mayor deterioro de los controles de los medios de comunicación de China en décadas y eso dejará un vacío de información creíble en un momento crítico”.

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