Un médico e investigador chino que diagnosticó los primeros casos reportados de COVID-19 en China cree que el brote inicial tuvo una reacción tardía frente a los hallazgos científicos debido a que las autoridades de Wuhan trataron de encubrir los contagios.
El microbiólogo Yuen Kwok-yung, llegó a dicha localidad en enero de 2020 y, junto a otros expertos, y concluyó que el nuevo coronavirus se transmitía entre personas. Sin embargo, asegura que hubo evidencia física que fue destruida.
“Cuando fuimos al supermercado Huanan, por supuesto, no había nada que ver porque el mercado ya estaba limpio. Entonces, se puede decir que la escena del crimen ya está perturbada porque el supermercado fue autorizado, no podemos identificar a ningún anfitrión que esté dando virus a los humanos“, señaló el profesor Yuen a la BBC.
“Sospecho que han estado haciendo algo de encubrimiento localmente en Wuhan. Los funcionarios locales que se supone que transmiten inmediatamente la información no han permitido que esto se haga tan fácilmente como debería”, agregó.
China ha sido criticada por su respuesta inicial al brote de coronavirus, principalmente, las agresiones han venido desde la gestión de Donald Trump, en Estados Unidos. Las presiones han sido tales, que la Organización Mundial de la Salud se ha visto involucrada y obligada a iniciar una investigación al respecto. Por su parte, la nación de Xi Jinping ha negado toda acusación.
La viróloga china Li-Meng Yan se dio a conocer hace poco a nivel mundial tras una entrevista en la que aseguró haber escapado de China en abril para salvar su vida. Sostuvo que su país mintió sobre el coronavirus y recientemente refirió que el SARS-CoV-2 no se originó en un mercado de Wuhan ni se transmitió de un animal salvaje como huésped intermedio.
Sin dar más detalles sobre el tema, la científica reveló que actualmente colabora con el FBI en una informe con base a prueba sólidas “para proporcionar la verdad sobre la enfermedad y sus orígenes”.