El último martes, el Gobierno de los Estados Unidos notificó al Congreso que el país inició el proceso de retiro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el marco de la crisis sanitaria del nuevo coronavirus, que ha cobrado más de 130.000 muertes en su territorio.
Tal decisión, que será ratificada en el plazo de un año, ha desatado una incertidumbre internacional sobre el futuro de la lucha contra la pandemia. Asimismo, dado su carácter insólito, ha animado las preguntas sobre los procedimientos de que dispone un país para salir de dicho organismo internacional.
En declaraciones para la La República, el internacionalista Juan Velit precisó que, cuando un país desea retirarse de un organismo como la OMS, en primer lugar debe denunciar el acuerdo que lo suscribe a dicha entidad con un año de anticipación, de acuerdo al derecho internacional.
Hasta cumplir dicho plazo, añade Velit, continúa gozando de los beneficios que le otorga la organización. Sin embargo, una vez superado dicho periodo, el país en cuestión puede continuar con el retiro o hacer una reflexión y revertir el proceso.
Por otra parte, Ramiro Escobar precisó a La República el rol que ejerce la OMS a escala internacional, ya que “no tiene ningún poder vinculante, es decir, no puede imponer nada en ningún país. Lo que hace es seguir el desarrollo de la pandemia, promover investigaciones sobre la misma, hacer recomendaciones entre los países”.
En tal sentido, ambos especialistas señalaron que la salida de un país como Estados Unidos de dicha entidad implica una ruptura con las instrucciones sanitarias que emite la OMS y, por consecuencia, la toma de una ruta propia para hacer frente a esta pandemia y a crisis futuras. Tal decisión, agrega Escobar, enajenaría al Estado de la cooperación entre naciones que promueve el organismo.
US President Donald Trump speaks during a Students for Trump event at the Dream City Church in Phoenix, Arizona, June 23, 2020. (Photo by SAUL LOEB / AFP)
El internacionalista Ramiro Escobar también precisó que, en el caso específico de la ruptura de Estados Unidos con la OMS, esto significaría la pérdida de un flujo de aportes económicos significativos en medio de un contexto crítico, como es la lucha contra el coronavirus. Cabe señalar que Donald Trump anunció previamente el retiro de los fondos destinados a dicho organismo, que superan los 450 millones de dólares anuales.
Este distanciamiento sella un precedente en el manejo de la pandemia de COVID-19, dado que, hasta la fecha, la ruta guiada por la Organización Mundial de la Salud había sido respaldada en mayor o menor medida por la comunidad internacional.
“Hay países que no han seguido las recomendaciones de la OMS al pie de la letra, como Vietnam. Pero no lo han hecho por un rompimiento con el organismo, sino porque consideraron que era la ruta que mejor les convenía”, detalló Escobar.
Del mismo modo, Juan Velit interpretó el accionar de Trump como un intento por debilitar a las Naciones Unidas, organización que cuestiona desde el inicio de su gestión. Además, señaló que está llevando a cabo “un proceso de aislacionismo que va a tener una trascendencia perjudicial, especialmente para el gobierno norteamericano”.
La disputa entre el Gobierno de los Estados Unidos y la OMS proviene de una presunta cercanía entre el organismo de la ONU y las posiciones de China frente al manejo de la pandemia, razón por la que Donald Trump calificó al director de dicha entidad como “marioneta” del gigante asiático. También alegó un aparente encubrimiento inicial de la magnitud del virus detectado en Wuhan.
Ante ello, Velit pone en cuestión las acusaciones del mandatario norteamericano, y explica que, al ser Estados Unidos el país que más dinero aporta a la OMS, es también el que cuenta con mayor representación ante dicho organismo, por lo que resulta extraño que, disponiendo de la información sobre la COVID-19, no se la hubieran notificado a su Gobierno.
Escobar, por su parte, señala que “aun cuando eso [la vinculación con China] puede ocurrir en un organismo como este, (...) es un momento en el cual es mejor poner el foco en enfrentar la pandemia”, puesto que la decisión de retirar a un país tan poderoso “desestabiliza la lucha contra este virus”.
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Ante la posible influencia que podría ejercer este retiro a otros gobernantes, Escobar opinó que nadie seguiría la senda de Trump, puesto a que esta “es una más de sus bravatas entre los organismos internacionales”, considerando que, con anterioridad, “también se retiró del Acuerdo de París y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
Sin embargo, Velit señaló que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha demostrado la poca confianza que tiene en las directrices de la OMS y sugirió que estaría pensando salir de dicha organización. En tal caso, con ello conseguirían debilitar a “una organización cuya principal función es preservar y estar acorde de los mecanismos para darle salud al mundo”.