Miryam Cardilli, es una mujer solidaria que apoyaba en una institución geriátrica en su natal Boulogne (Argentina). Tras perder a su madre decidió adoptar a una anciana de 93 años, con quien generó un vínculo tan fuerte como el amor de madre e hija.
Después de la muerte de su progenitora, la mujer participó de un curso ofrecido por el Municipio de San Isidro para cuidar a adultos mayores. “Siempre tuve esa vocación de cuidar y que el enfermo se sintiera bien. Cuando me percaté de que lo que sentía era muy fuerte, quise hacerlo más seriamente y fue cuando me enteré de un curso para profesionalizarme en esta tarea”, señaló Cardilli a ABC.
Luego de culminar sus estudios comenzó a trabajar en el geriátrico donde vivía Delia. Según contó Miryam, sus hijos notaban gran deterioro en su salud, pero no podían atenderla. Es por ello, que la cuidadora les propuso llevarla a vivir a su casa porque tenía una habitación disponible.
Argentina – salud – anciano – geriátrico
Los familiares aceptaron la propuesta al notar que se había formado entre las dos una gran amistad. La veterana mujer se mudó con Miryam y su esposo justo un mes antes de que se decretara la cuarentena en Boulogne.
Tras vivir algunos meses en la casa de su cuidadora, los hijos de Delia notaron cambios notables. La anciana que en un inicio pesaba solo 35 kilos llegó a pesar 60, su estado de salud mejoró y ya es capaz de realizar sola varios ejercicios con las piernas.
PUEDES VER: Rusia: Simba, el león maltratado al que le fracturaron las patas volvió a caminar [VIDEO]
El ambiente, la atención y el cariño que recibe Delia han sido claves para su pronta recuperación, señaló Cardilli.
A propósito de la pandemia del coronavirus, Miryam afirmó:”Cuando dicen que con esta enfermedad van a desaparecer todos los “viejos” yo me pongo muy mal, se me estruja el corazón. Y desde que tengo a Delia en casa asumo esta responsabilidad de cuidar a un mayor, que es un vulnerable total”.