El embajador de China en Australia, Cheng Jingye, amenazó este lunes 27 de abril al país oceánico con represalias económicas si persiste en investigar el origen del nuevo coronavirus.
"Recurrir a la sospecha, la recriminación o la división en un momento tan crítico solo podría socavar los esfuerzos mundiales para luchar contra esta pandemia", declaró Cheng entrevistado por el diario The Australian Financial Review.
PUEDES VER: China: COVID-19 permanece mucho más tiempo en el aire de espacios concurridos, según estudio
La semana pasada el primer ministro de Australia, Scott Morrison, y la ministra de Relaciones Exteriores, Marise Payne, respaldaron el pedido de Estados Unidos de comenzar una investigación independiente sobre los orígenes y el brote del coronavirus.
Para el diplomático es “peligroso” esta decisión tomada por el Gobierno australiano e inclusive sostuvo que un boicot podría ser una consecuencia directa.
Planteó la posibilidad de que los consumidores chinos no puedan viajar ni estudiar en Australia, como parte del intercambio que mantienen ambos países. Tampoco podrían comprar exportaciones vitales para Canberra como carne de res o vino.
“La gente va a plantearse si vale la pena acudir a un país que no es tan amigable con China como parece”, advirtió Cheng, referido por el portal de noticias RT.
De acuerdo a la universidad estadounidense Johns Hopkins este lunes el número de casos positivos superó los tres millones.
Mientras que la cifra de víctimas fatales a causa de la pandemia del coronavirus es, exactamente, de 210.374.
En el caso de Australia tiene 6.714 infectados, pero tan solo 83 muertos, en una tasa de mortalidad que destaca en comparación con otros países.