El presidente estadounidense, Donald Trump, minimizó su sugerencia de inyectar desinfectantes para combatir el nuevo coronavirus, al decir que hablaba con sarcasmo.
“Estaba preguntando sarcásticamente a reporteros como tú, solo para saber qué pasaría”, dijo Trump a un periodista en la Casa Blanca.
El jueves 23 de abril, durante la conferencia de prensa diaria sobre la COVID-19, Trump se volteó y dijo a los expertos que lo acompañaban: “Observo que el desinfectante lo noquea (al coronavirus) en un minuto. Un minuto. ¿Habría una posibilidad de hacer algo así con una inyección al interior, como una limpieza?”.
“Habrá que apelar a los médicos para esto, pero me parece interesante”, señaló el presidente, y mencionó también la posibilidad de recurrir a “los ultravioletas” o a “una luz muy potente”, que se podría proyectar al interior del cuerpo para combatir el coronavirus. Esa declaración generó visibles muestras de molestia en la doctora Deborah Birx, coordinadora de la célula de crisis implementada por la Casa Blanca para luchar contra la pandemia.
“Es cosa de los medios el citar irresponsablemente al presidente Trump fuera de contexto y publicar titulares negativos”, agregó.
La pandemia ha provocado unos 870.000 contagios en Estados Unidos y causado más de 50.000 muertes.
La compañía que fabrica el desinfectante Lysol y numerosos médicos y científicos se apuraron a advertir al público que no ingiera o se inyecte este tipo de productos después de que el presidente de que Trump sugiriese que podría ser un tratamiento contra el coronavirus.
“Como líderes globales en productos de higiene y para la salud debemos dejar en claro que, bajo ninguna circunstancia, nuestros productos desinfectantes han de administrarse adentro del cuerpo humano (sea por inyección, ingestión o cualquier otra ruta”, indicó la empresa en un comunicado.