Brasil, el país más afectado por la pandemia del coronavirus en América Latina, ha centrado las noticias en los medios por la cantidad de muertos y por el accionar polémico de su presidente, Jair Bolsonaro.
Ante esto el ministro de la Secretaría de Gobierno, Luiz Eduardo Ramos, fustigó la “cobertura masiva de hechos negativos” vinculados con el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
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En un encuentro con periodistas en el Palacio de Planalto (sede gubernamental en Brasil), Ramos aseveró que las empresas de comunicación "no están ayudando", según el diario local Folha de S.Paulo.
El mapa actualizado de la Universidad Johns Hopkins muestra que Brasil tiene 46.701 casos positivos de COVID-19, mientras que casi 3.000 personas (2.940) han perdido la vida.
"En el noticiero de la mañana es ataúd y cuerpo, en la hora de almuerzo, ataúd otra vez. En el noticiero de la noche es ataúd, cuerpos y número de muertos", criticó el ministro.
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Por lo cual solicitó "encarecidamente" que difundan "tanta cosa positiva que está pasando". Al mismo tiempo, le preguntó a los comunicadores si creían que ese tipo de contenidos "negativos" eran beneficiosos para los adultos mayores o personas enfermas.
“Desde que comenzó esta crisis del coronavirus hemos observado una cobertura masiva de hechos negativos”, añadió.
Ramos también se refirió al “papel fundamental” de la prensa en la percepción del pueblo, “en que las personas se sientan mejor”, dado que la COVID-19 “tiene una parte psíquica y emotiva y eso la está dificultando”.
En Brasil incluso desde el propio Gobierno de Bolsonaro han nacido divergencia sobre la forma en que informan acerca del coronavirus. Luiz Henrique Mandetta, quien fue ministro de Salud, no estaba de acuerdo con el manejo de la información.
Mandetta, quien abogaba por una cuarentena total, fue destituido la semana pasada tras varias semanas en la que se asomaba la posibilidad de su cese, ante la puja de poder que sostenía con Bolsonaro.