A sus 98 años de edad, el doctor Christian Chenay continúa atendiendo a sus pacientes a pesar de encontrarse dentro del grupo de mayor riesgo ante el nuevo coronavirus. El médico, procedente de Francia, incluso estima que pudo haber tratado a personas con la enfermedad, aunque no siente mayor temor por ello.
Chenay se vio obligado a brindar atención a través del teléfono y del Internet luego que un incidente con dos pacientes que le exigieron su suministro de mascarillas lo forzara a cerrar su clínica en la localidad de Chevilly-Larue. Poco después, él mismo entró en una cuarentena de dos semanas tras presentar síntomas del coronavirus.
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“Estuve en contacto con algunas personas enfermas que probablemente eran positivas. Me sorprendería si no estuve positivo también, especialmente porque tuve síntomas durante un tiempo”, señaló el galeno a la agencia Reuters.
“No habría estado haciendo un buen servicio si me hubiera mantenido abierto, habría sido un punto de acceso de virus, un punto de infección”, añadió el médico.
Chenay, quien también visita cada semana a los residentes de una casa de retiro, atendió a pacientes con tifus durante la Segunda Guerra Mundial, pero señala que nunca había visto una situación como la actual. “Teníamos máscaras realmente protegidas. Usábamos máscaras de gas, incluso. Fue difícil vivirlo. Pero pudimos contenerlo y aislar a los enfermos”, relató.
El doctor también expresó preocupación por la forma en que Francia está afrontando la pandemia. “Nos sentimos impotentes. No tenemos tratamiento. No tenemos forma de aislarse y no sabemos quiénes están enfermos y quiénes no. Es complicado”, manifestó.
Francia ha superado los 147 000 contagiados y los 17 000 fallecidos por el nuevo coronavirus. El presidente de dicho país, Emmanuel Macron, anunció la extensión de la cuarentena en su país hasta el 11 de mayo.