Durante la rueda de prensa ofrecida el viernes 10 de abril, la Secretaría de Prevención y Promoción de la Salud de México informó que los casos de ansiedad y estrés emocional han aumentado en el país debido a la pandemia de COVID-19.
El director general de Servicios de Atención Psiquiátrica, Juan Manuel Quijada Gaytán, indicó que ha habido un incremento en las llamadas recibidas por motivos de estrés emocional y ansiedad, a la vez que los servicios de atención psiquiátrica han disminuido.
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“La Línea de la Vida ha tenido un aumento de llamadas por ansiedad y estrés emocional, y en cuanto a los servicios de atención psiquiátrica, en las primeras semanas disminuyó un poco cuando hubo la Sana Distancia”, señaló el funcionario.
Asimismo, el director general del Consejo Nacional de Adicciones (Conadic), Jorge González Olvera, precisó que dichas llamadas telefónicas demostraron una brecha de la población, pues fueron realizadas por personas mayores de 25 años, mientras que las menores se comunicaron a través de las redes sociales.
Por su parte, Lorena Rodríguez Bores, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental, señaló que, del total de llamadas recibidas durante la última semana, cerca de 200 tuvieron por motivo crisis de ansiedad, enojo, estrés y conflictos laborales. “Sí estamos viendo un incremento importante”, sentenció.
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El aislamiento social, pese a ser la medida más eficaz contra la pandemia de COVID-19, podría desencadenar un cuadro de estrés o ansiedad. Esto se debe a que el cerebro humano está programado para estar siempre conectado, de modo que, en una situación de aislamiento total, sin mantener comunicación con otras personas, se puede llegar a la ansiedad.
En primer lugar, la actitud calmada ante la persona ansiosa y la empatía son lo más importante. Luego, se debe proceder a darle una explicación realista a esta persona. También resulta vital trabajar en la comunicación con seres queridos, mantener el contacto con familiares y amigos a través de redes sociales.
Otra recomendación consiste en no guardar las emociones y realizar actividades recreativas como el dibujo, la pintura, la danza y la escritura.