EFE, El Universo
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció en un mensaje a la nación el traslado de la sede gubernamental de la capital, Quito, a la ciudad de Guayaquil. En una corta alocución de apenas 3,38 minutos, y acompañado del vicepresidente Otto Sonneholzner; del ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, y mandos militares, anunció también que no hay marcha atrás con las medidas tomadas y que desataron violentas protestas, porque “fue una decisión correcta”.
Sobre los actos violentos, dijo que no es una manifestación de descontento social. Aseguró que los saqueos y el vandalismo demuestran que hay decisión de romper el orden democrático. “Aquellos que actúan con la intención de agredir son individuos pagados”, dijo.
Nombró al exmandatario Rafael Correa, al exministro Ricardo Patiño (de quien se dice busca asilo en México), al parlamentario opositor Virgilio Hernández, quienes dijo que están detrás de este intento de golpe de Estado.
En tanto, hasta ayer miles de indígenas llegaban de todo el país a Quito. Se calcula que alrededor de 20.000 miembros del colectivo indígena de todo el país tomarán parte en la manifestación prevista este miércoles en la capital junto a otros grupos sociales.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, aseguró que hasta que no tenga lugar la gran marcha, no habrá diálogo con el Gobierno".
“Mientras mi pueblo no llegue a Quito están cerrados todos los canales de diálogo”, advirtió el dirigente, acompañado por líderes del Frente Unitario de Trabajadores y de otras organizaciones sindicales. Por su parte, el presidente nacional del FUT, la principal sindical, Mesías Tatamuez, puso como condición para negociar que primero el Ejecutivo “derogue las medidas” para sentarse y “hacer nuevas leyes”.
Entre las disposiciones adoptadas por Moreno, en el contexto de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), figura la eliminación del subsidio a los combustibles, que ha puesto a los colectivos sociales en pie de lucha ante el encarecimiento de toda la producción y los precios.
Con relación a la retención de un grupo de militares por parte de grupos de una provincia andina, Vargas aseguró que "están comiendo bien y haciendo deporte", sin arrojar detalles sobre el número de uniformados en esa situación.
Antes de anunciar el traslado de su gobierno a Guayaquil, el presidente los había llamado en un tono vehemente a regresar a la mesa de diálogo y aseguró que su Gobierno no va a permitir situaciones de violencia como la de los últimos días.
“Estoy decidido a dialogar con ustedes, hermanos indígenas”, expresó Moreno, pero pidió que no se presten a “que (se) aprovechen aquellos que buscan el caos”, dijo. Los cortes de carreteras, concentraciones y saqueos han continuado.
En la provincia andina de Cotopaxi, una industria florícola y otra lechera fueron objeto de actos de vandalismo y saqueo. También carreteras que conducen a Quito y al aeropuerto Mariscal Sucre fueron bloqueadas, igual Carapungo, Calderón y San Miguel del Común. Y en las redes abundan los videos de saqueos ocurridos el fin de semana en mercados.
El Gobierno trata de reflejar una aparente calma, pero el hecho de que la Fuerza Aérea esté desarrollando puentes aéreos para trasladar productos a los mercados, como es el caso de la sureña Cuenca, pone de manifiesto que cinco días de protestas han provocado desabastecimiento de productos.
● Militares exigieron a los periodistas este lunes que desalojen Palacio de Gobierno en Quito, en medio de un cordón de seguridad en el recinto presidencial.
● La evacuación forzada desencadenó una cadena de rumores acerca del paradero del presidente.
● El Ministerio de Defensa negó que las Fuerzas Armadas emitieran un documento, que circula en redes, donde se pide la renuncia al presidente Moreno.
● Una tanqueta militar fue incendiada por manifestantes en Quito. Los bloqueos y saqueos se multiplicaron en rechazo al “paquetazo”, con la eliminación del subsidio a los combustibles, que encarece toda la producción y los precios.