En 2023, Ecuador ha experimentado un año sin precedentes en términos de violencia, con un promedio alarmante de 21 asesinatos diarios y una tasa de criminalidad de 44,9 por cada 100.000 habitantes. Esta ola de violencia se ha desarrollado en un contexto de crisis política y económica total, desencadenando una situación crítica justo antes de las elecciones que llevaron a Daniel Noboa a la presidencia. El nuevo mandatario se enfrenta ahora al desafío de abordar estos problemas en un país marcado por la inseguridad y la inestabilidad.