El animal, rodeado por sus depredadores, mira directamente a la cámara. No pestañea, no hace ademán de huir. Un signo perceptible de miedo son sus orejas echadas hacia atrás. Mordiendo su cuello, los guepardos se aprestan a desgarrar su carne y apagar el brillo de sus ojos.
La foto de los cazadores a punto de devorar a su presa ha sido viralizada en Facebook al menos desde el 2018. La quietud y la mirada fija del herbívoro es explicada por los usuarios que realizan la publicación aduciendo que se trata de una hembra que “se sacrifica” para que sus crías puedan huir.
“Esta foto ganó el premio a la mejor de la década y llevó al autor a la depresión”, inicia el post viral. “Guepardos persiguieron a una madre ciervo y a sus dos bebés, ella se ofreció para que sus hijos pudieran escapar”, reza la publicación, para luego indicar que el animal está mirando a sus crías “correr a salvo” mientras está por ser devorada. Además, se indica que la fotografía publicada en Facebook “ganó el premio a la mejor de la década y llevó al autor a la depresión”.
Esta romántica explicación finaliza con una reflexión sobre los padres de familia. Aunque el fin del post de Facebook es generar conciencia, contiene algunos elementos falsos.
Para encontrar el origen de la fotografía, realizamos una búsqueda por imágenes en Google. Encontramos que la instantánea forma parte de un artículo publicado el 15 de septiembre del 2013 por la fotógrafa Alison Buttigieg. El texto relata el momento en el que tres guepardos atacan a un impala, un animal parecido al ciervo (fam. cervidae), pero que pertenece a la familia bovidae.
Según Alison Buttigieg, la mujer que captó una serie de diez fotografías de esa caza, esa matanza ocurrió en Cheetah, Maasai Mara, Kenia. Los dos guepardos mordían al impala, pero es la madre guepardo quien la mata. Al decir de la fotógrafa, la mamá felina estaba enseñando a cazar a sus cachorros. Por otro lado, relata que el mamífero herbívoro parece “estar en shock, paralizado por el miedo”.
“El desafío en sus ojos está en marcado contraste con su falta de interés en la autoconservación. Esto me permitió obtener imágenes únicas de una matanza que aparentemente están coreografiadas en su gracia. Quería que el espectador simpatizara con el impala y, al mismo tiempo, fuera testigo de la naturaleza perturbadora de esta muerte inusual”, escribió la fotógrafa en su página web, que lleva su mismo nombre.
Cuatro años más tarde, comenzaron a aparecer imágenes con una versión distorsionada de la muerte del animal. Y esto motivó una publicación de Alison Buttigieg en su perfil de Facebook, donde negó que padeciera depresión.
“El sensacionalismo en su mejor/ completa ficción para que la gente tenga más likes en su página. La foto con la historia falsa se ha compartido cientos de miles de veces en diversos medios sociales. Estoy siendo inundado por cientos y cientos de mensajes que me preguntan si yo soy el ‘fotógrafo deprimido’. He sido etiquetada en LinkedIn con la historia falsa, eso va a hacer maravillas para mi carrera. Qué mundo tan vil en el que vivimos, lleno de gente estúpida e ingenua difundiendo #fakenews como una locura”, dijo la mujer que trabaja fotografiando la naturaleza en su post del 13 de febrero de 2017.
Aún así, la versión abnegada se ha viralizado en el 2017, en el 2018 y continúa difundiéndose en las redes sociales hasta este 2019.
Viral es publicado en Facebook desde el 2017, aproximadamente.
Por otra parte, la fotografía no fue premiada como “la mejor de la década”. De acuerdo a AFP Factual, ganó el premio Remarkable en los Siena International Photo Awards en la categoría ‘Vida Silvestre’ en el 2016, tras competir con otras 5000 fotos.
Debido al descargo de la autora de las fotos y a que el animal que fue devorado era un impala solitario —no una cierva con hijos—, se concluye que la publicación viral de Facebook es falsa.