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Llegada del hombre a la Luna: ¿Cómo certificó la Nasa el alunizaje del Apolo 11?

Neil Amstrong fue el primer hombre de la misión Apolo 11 en pisar la superficie lunar. Muchas dudas surgieron sobre el alunizaje, pero la Nasa demostró la veracidad del “gran salto para la humanidad”.

Han pasado 50 años de la llegada del primer hombre a la Luna a cargo de la NASA, y respecto a este evento espacial se han crearon diversas historias que indican que la conquista lunar nunca se llevó a cabo. Sin embargo, los astronautas que participaron en la misión confirman la veracidad de su hazaña.

Se habla de teorías conspirativas que niegan el alunizaje con la misión Apolo 11; sin embargo, la ciencia y los estudiosos del tema presentan evidencias sobre la llegada del hombre a la Luna.

¿Cuáles son las evidencias que avalan el éxito de la misión Apolo 11 y cuáles son los detalles en torno a la llegada del hombre a la Luna? En esta nota conoce todo lo que debes saber sobre el primer alunizaje que se concretó un 20 de julio de 1969.

La llegada del primer hombre a la Luna con la misión Apolo 11 de la NASA tenía entre sus objetivos el reconocimiento de la superficie lunar, aprender más sobre la estructura del satélite y los movimientos de este alrededor de la Tierra.

El viaje de estudio duró 21 horas y 36 minutos, tiempo en el que los astronautas Neil Armstrong, Edwin ‘Buzz’ Aldrin y Michael Collins pasearon por la Luna y dejaron unos dispositivos científicos para un programa denominado Sísmica Pasiva y Sísmica Lunar de Perfiles, que pretendía detectar movimientos tectónicos en las placas lunares.

Gracias a este dispositivo colocado en la superficie de la Luna se pudo captar las señales de un sismo que ocurrió en 2011 a más de 1 500 kilómetros de profundidad, casi en el mismo centro del satélite.

En su exploración por la Luna, Neil Armstrong y Edwin Aldrin colocaron una serie de retrorreflectores; es decir, una especie de espejos que reflejan señales de rayos láser enviadas desde la Tierra para calcular la distancia entre ambas.

La rotación de la Luna se debe a la gravedad del planeta; sin embargo, este movimiento no siempre se da a la misma distancia. En la traslación hay momentos en los que se aleja a un punto máximo denominado apogeo y otros en los que se acerca más, también llamado perigeo.

Por este motivo, calcular la distancia entre ambos cuerpos celestes fue complicado por muchos siglos. De acuerdo a una entrevista que concedió Michael Rich, profesor de astronomía de la Universidad de California en Los Ángeles, en 2017 a BBC Mundo, “estos aparatos permitieron medir con gran precisión la distancia entre la Tierra y Luna”.

"Lo más curioso es que todavía están operativos. Cualquier científico con un buen telescopio podría incluso hoy ver cuando las luces láser se reflejan en esos equipos”, detalló el científico.

Ruta de la llegada del hombre a la Luna. Infografía: BBC Mundo

Evidencias de la llegada del hombre a la Luna

“Basura” lunar

Laurie Castillo, especialista de la NASA, declaró en una entrevista a BBC Mundo en 2017 que la agencia aeroespacial sigue investigando las actividades en la Luna a pesar de que ya no hay presencia humana.

“Tenemos en estos momentos a la Lunar Reconnaissance Orbiter (una sonda espacial estadounidense destinada a la exploración del satélite, lanzada en 2009), que está haciendo cosas asombrosas”, manifestó en ese entonces.

El orbitador de reconocimiento envió a la Tierra algunas imágenes de algunos lugares donde estuvieron los tripulantes de las misiones Apolo, en las que se ven algunos módulos de alunizaje y rovers, equipos con los que se desplazaban los astronautas para lidiar con la gravedad de la Luna.

“Como todos los lugares a los que va el ser humano, también en la Luna dejamos basura. Y allí ha estado por casi medio siglo. Con la sonda lunar hemos podido ver cómo se encuentran después de tanto tiempo”, informó Rich.

En la segunda misión tripulada, denominada Apolo XII, los astronautas trajeron a la Tierra parte de esa “basura lunar”. Fueron cerca de 10 kilogramos de fragmentos del Surveyor 3, la primera sonda que cavó un agujero en la superficie de la Luna en 1967.

Piedras lunares

“Uno de los testimonios más contundentes de la llegada del hombre a la Luna fue la enorme cantidad de material lunar que trajeron las diferentes expediciones”, afirmó Michael Rich.

Las diferentes misiones a la Luna permitieron recolectar más de 380 kilogramos de piedras lunares, las mismas que se distribuyeron para su estudio en universidades, agencias espaciales, museos e instituciones científicas de todo el mundo.

Las rocas lunares de las misiones Apolo fueron donadas a todos los países. Foto: AFP

En 1973, por ejemplo, el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon entregó al Perú dos piedras lunares y una pequeña bandera peruana que fue llevada por la delegación que realizó la hazaña de llegada del primer hombre en la Luna. Uno de estas rocas se encuentra actualmente en la Biblioteca Municipal de Lima.

Los exámenes realizados a la estructura de las rocas determinaron la existencia de elementos químicos difíciles de hallar en la Tierra o que no son característicos de las piedras terrestres.

Las pruebas también demostraron que las piedras provenientes de la Luna habían estado sometidas a condiciones de temperatura y clima diferentes a las que existen en nuestro planeta.