Apolo 1: los astronautas que murieron de manera atroz en el primer intento de alunizaje
El proceso de alunizaje tiene una larga data. El primer lanzamiento, el Apolo 1, marcó un capítulo trágico en la insistencia del humano por alcanzar la superficie lunar.
Solo bastaron 15 segundos para que el primer intento de llegar a la superficie lunar se convierta en un fracaso mortal.
Un mes antes del despegue oficial, el Apolo 1, cohete de la NASA, sufrió una súbita explosión en el interior que acabó con la vida de sus tres tripulantes y con el sueño de patentar la llegada del primer hombre a la Luna.
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La tragedia ocurrió el 27 de enero de 1967. En esa época, la mayoría de países en potencia pugnaban por alcanzar logros siderales. Uno de ellos: pisar la Luna.
Apolo 1
Es por eso que en Estados Unidos, la NASA inició la construcción de una nave que permita el ascenso del hombre al satélite y la elaboración de un plan que no interrumpa el procedimiento.
El entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, había prometido que el país norteamericano se transformaría en el primer país en llegar a la Luna, sin imaginar, que ese compromiso tendría un fatídico desenlace.
Antes del lanzamiento oficial, los tres astronautas norteamericanos, Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee, fueron sometidos, como cada cierto tiempo, a un simulacro de entrenamiento en la nave que estaba cubierta por tres capas y que sólo
Neil Armstrong, Edwin ‘Buzz’ Aldrin y Michael Collins lideraron la misión Apolo 11 a la Luna. Foto: AFP
les ofrecía 10 metros de espacio para que, al menos, puedan viajar de espaldas al suelo y con los pies en alto.
Dos de ellos, Grissom y White, eran experimentados volando cohetes, pero Chaffee participaba por primera vez en una misión de alto calibre.
Los tres cosmonautas, quienes estaban confinados a 54 metros de altura, ensayaban cómo desconectar los sistemas de la cápsula espacial, mientras que en la cabina de la NASA, los técnicos monitoreaban cada movimiento.
Segundos después del conteo en cabina para el despegue de prueba, la alimentación eléctrica de la nave se recargó y originó una explosión en la parte interna de la nave. “Nos quemamos, sáquennos de aquí”, fueron las desesperadas súplicas de los tripulantes. La misión, al final, no se pudo abortar y los astronautas quedaron atrapados en las llamas.
Cinco minutos después, el personal de la NASA logró abrir la compuerta de la nave y se toparon con una terrible escena. White y Grissom se encontraban debajo de la escotilla. Y el novato Chaffee atado a su asiento.
Los tres astronautas yacían calcinados, pero la verdadera razón de la muerte, según la autopsia, fue la inhalación del monóxido de carbono que se liberó en el cohete.
Apolo 1
El Apolo 1 fue un trauma astronómico. Fueron 15 segundos de terror que pudieron postergar indefinidamente la llegada del primer hombre a la Luna.
Sin embargo, dos años después, el 16 de julio de 1969, la NASA lanzó por onceava vez una nave espacial, la misma que tuvo como nombre: Apolo 11.
Ese mismo día lograron una proeza inimaginable: llegaron, contra todo pronóstico, al satélite y plantaron, en un momento inmortal, la bandera de Estados Unidos.