La increíble historia de un perrito herido que cuidaba a cachorros

Los animales sufren muchas veces de la poca atención que los humanos les prestan y por eso es que se encuentran abandonados o en el peor de los casos heridos, como es la historia de Maximus.,Es increíble encontrar animales abandonados y lejos de parecer algo común, nos debe preocupar que una vida esté tan desprotegida. Por suerte existe gente de buen corazón que les brinda refugios, tal como pasó en Puerto Rico, donde un grupo de personas rescató a varios cachorros de un montón de basura. Uno de los integrantes es Chrissy Beckles, que junto a compañeros de su trabajo observó un movimiento en este montón de basura, donde descubrió que no solo se encontraba este cachorro, sino que, junto a él, había tres más que estaban bajo el cuidado del mayor. PUEDES VER Un hombre realiza cortes de pelo gratis a perros sin hogar [FOTOS] Ella, que es presidenta y fundadora de The Sato Project, contó que la escena vista fue tan terrible. Los animalitos estaban sentados literalmente entre la basura, sin ningún tipo de alimento a su alrededor, ni fuente de agua. Cabe destacar que The Sato Project es una organización que rescata a los perros en las calles de Puerto Rico. La historia comienza con ‘Maximus’, el más grande de los tres cachorros que hacía la función de proteger a los demás. Pese a eso, él estaba muy herido, porque al moverse, Chrissy se dio cuenta que algo ocurría con sus patas traseras, pues no podía caminar. “Sus movimientos eran como un cangrejo, en lugar de avanzar, retrocedía. Ni siquiera puedo imaginar qué tipo de dolor, este perrito estaba sintiendo”, dijo a un medio internacional. Tras recogerlos, los llevaron a la veterinaria. Ya en el lugar, les hicieron una radiografía que reveló la extensión de las lesiones de Maximus. Él presentaba dos patas rotas, y en una de ellas, casi todos los huesos estaban rotos. Incluso, su fémur se había partido por lo mitad, por lo que estaba fuera de su alineación, es decir, no fue una ruptura limpia. No se sabe con exactitud qué le ocurrió, pero durante la cirugía, el médico encargado dijo que el can podría perder una de las piernas. Por lo que además del yeso, se le colocó unos soportes suaves que ayuden a mejorar. “Sus suaves moldes se cambiaban semanalmente, y se le hacía rayos X cada dos semanas. El personal veterinario era increíble. Ellos estuvieron siempre muy cerca de él”, dijo Chrissy. Al pasar cinco semanas, se le retiraron estos moldes y Maximus pudo caminar de nuevo, de forma milagrosa. En la actualidad, Maximus pesa 15 kilos y está próximo a reunirse con su nueva familia en Estados Unidos. Con un poco de ayuda desinteresada, la vida de este perrito no solo se recuperó, sino que pasó a ser la mejor.