Lucho Cuéllar, conocido cantante de música cumbia y exintegrante del popular Grupo 5, abrió su corazón en una entrevista para el programa 'Estás en todas'. Durante la conversación, compartió detalles sobre sus duros inicios, los desafíos de su carrera y el impacto de la fama en su vida personal.
Lucho Cuéllar recordó su infancia tras el abandono de su padre. A pesar de esta adversidad, encontró en la música un camino para salir adelante. Su carrera despegó cuando se unió al Grupo 5, una de las orquestas de cumbia más exitosas de Perú. Sin embargo, la popularidad tuvo un alto costo para su vida familiar.
El cantante explicó que, durante su tiempo con la agrupación de cumbia, tuvo que mantener un ritmo de trabajo extenuante, lo que afectó su relación con la madre de sus hijos. "Ella se cansó porque los viajes eran muchos. Llegaba a las 8.00 a. m. y salíamos a las 3.00 p. m. de viaje, otra gira de 15 días. Yo siento muchísimo no haber compartido la niñez con mis hijos, no haber pasado tiempo con ellos, de haber visto sus primeras caídas, sus primeras palabritas. Me dediqué mucho al trabajo", aceptó el intérprete.
El artista lamentó haber perdido momentos importantes de sus hijos debido a su carrera. "Mi hija mayor cumple 19, mi hijo tiene 15 y mi hija menor tiene 14. No pude gozar de ellos por el trabajo", añadió.
Lucho Cuéllar también habló sobre el lado oscuro de la popularidad y el éxito. Admitió que, al alcanzar la fama, comenzó a caer en el exceso de fiestas y alcohol. "Siempre he salido a tomar mis tragos con mis amigos, pero cuando empecé a trabajar fuerte, ya no tenía días festivos, no tenía cumpleaños, Día de la Madre, los cumpleaños de mis hijos. La oportunidad que tenía, la tomaba a mil; lo que no hacía en un mes, lo hacía en unas horas", dijo el cantante.
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Y no solo eso, sino que el intérprete de cumbia admitió que la fama puede llegar a convertirse en una "enfermedad" si no sabes lidiar con todo lo que viene con ella. "La fama, como dije en algunas entrevistas, te llega a enfermar si no la sabes tratar. Yo no quemé etapas en mi vida, yo corrí de frente", afirmó.
Estas acciones afectaron a las personas cercanas a él, especialmente a su madre, quien sufrió al ver a su hijo perderse en la popularidad que alcanzó. "A mí no me hizo daño, pero sí a las personas que amaba. Mi mamá fue la que más sufrió; la he visto llorar por mi culpa. No he estado tirado en la calle, en un fumadero o andando como loco, vendiendo mis cosas... yo he sido fuerte, me he mantenido fuerte y seguiré estando fuerte", confesó Cuéllar.